Serie abierta en Tigre - Millonarios

Tigre, con caída libre en el mediocre fútbol argentino, empató sin goles anoche con Millonarios de Colombia en Victoria, en la semifinal correspondiente a la Copa Sudamericana, por lo que la serie quedó abierta, aunque deberá enfrentarse nuevamente con el conjunto colombiano en El Campín el próximo miércoles.

 El Matador, que lleva 16 partidos sin victorias en el ámbito local, continúa con chances, aunque las noticias no son buenas por el resultado. Si bien un empate, no desfavorece, el hecho de que haya jugado de local y obteniendo un resultado de ese modo, sí. Vale rescatar que los dirigidos por Néstor Gorosito tienen al acecho el certamen sudamericano y Pipo apuesta lo mejor que tiene en el campeonato internacional.

Los de Victoria, consiguieron algo histórico en este torneo, las esperanzas las mantiene intactas y la proyección al máximo. Por su parte, a pesar de la salida de Rodolfo Arruabarrena, el Matador se recuperó de buena forma y en un gran nivel en el debut de Gorosito en la goleada por 4-0 ante Cerro Porteño. Por el momento no tropezó y eso es bueno. Es un equipo internacional y recordado firmemente por su campaña en el ascenso y en Primera División. Además, como si fuera poco, ingresó en la Copa Libertaodres del próximo año, al convertirse en el equipo argentino que más lejos llegó en este certamen.

Por otro lado, su rival es goloso en campo contario, pero Tigre lo supo controlar bien el partido, aunque muy trepado de los postes. Sin embargo, el esfuerzo valió la pena para el Matador, que respetó el balón de buena forma y se excedió en los lanzamientos continuos hacia los delanteros Ezequiel Maggiolo y Federico Santander. La gran figura de Tigre fue su arquero, Damián Albil. El ex Estudiantes se lució en la noche de ayer. A pesar de que Millonarios estaba siempre de abrir el marcador, Albil iba al rescate y mantenía las chances intactas del rival.

Detrás del híbrido 0-0, que aún es misterioso, más allá de no haber sufrido goles en su cancha, hay un mensaje de fe. ¿Por qué no confiar en el Matador?

 Por Estanislao Cisilin

 @estanicisilin