viernes, 7 de diciembre de 2012

El misterioso caso de Robin Söderling

Afectado por una enfermedad infecciosa, el sueco, ex Nº4 del mundo y 2 veces finalista de Roland Garros, no compite en el circuito desde julio pasado. Su prolongada ausencia llama la atención hasta a los propios escandinavos, y su futuro es realmente una gran incógnita.


Robin Bo Carl Söderling llegó a ser mucho más que una piedra en el zapato de los fantásticos del circuito. El sueco, de gran estatura, se estableció como uno de los tenistas más peligrosos de los últimos años. A pura potencia, frialdad y audacia, puso en jaque a los mejores. Incluso posee una marca que sólo él ha logrado: derrotar al español Rafael Nadal, “el rey del polvo de ladrillo”, en Roland Garros, por 6/2 6/7(2) 6/4 7/6(2). La hazaña se produjo en la cuarta ronda del Grand Slam francés del 2009, torneo que terminó ganando el suizo Roger Federer tras vencer, justamente, al escandinavo en la gran final. En octubre de esa asombrosa temporada llegó a ser top- ten, luego fue otra vez finalista en Roland Garros 2010 y en noviembre de ese mismo año alcanzó su mejor ubicación en el Ranking ATP: 4º. Además, ganó 10 títulos, incluido el Masters 1000 de París- Bercy.

Pero de un día para el otro algo ocurrió. Y sucedió, curiosamente, luego de ganar un título (fue en julio de 2011 en Bastad, tras derrotar al español David Ferrer en la final). Tras aquel día de fiesta, Söderling empezó a sentir diversos malestares corporales, se debilitó, sufrió mareos y hasta se retiró antes de presentarse en la primera ronda del US Open, cuando su rival iba a ser el irlandés Louk Sorensen (procedente de la rueda clasificatoria). Tras hacerse estudiar por los especialistas en medicina, anunció en septiembre que sufría mononucleosis. ¿Qué es esta enfermedad? Conocida también como “la enfermedad del beso”, es una infección generada por el virus de Epstein Barr, que se transmite principalmente a través de la saliva. Algunos de los posibles síntomas son fiebre, fatiga, faringitis e inflamación de los ganglios linfáticos. El grupo de edad más vulnerable es el que va de los 15 a los 25 años. El tiempo que demanda su curación depende del agrandamiento del bazo, que es afectado por esta enfermedad. Además de Söderling, otros tenistas que sufrieron esta dolencia fueron: el suizo Roger Federer (2008), el croata Mario Ancic, la belga Justine Henin y la checa Nicole Vaidisova.
Los médicos recomiendan que los deportistas no compitan mientras dura la enfermedad, pero la ausencia de Robin en el circuito se prolonga y su futuro, realmente, es una incógnita.

Se creía que regresaría a la competencia en febrero de este año, pero esto no sucedió. “Son momentos difíciles para mí y no hablaré hasta la conferencia de prensa del 21 de mayo. Noto ligeros avances, pero voy a paso de tortuga. Estoy tratando de encontrar la paz y la tranquilidad a través de mi psicólogo. Leo muchos libros, la mayoría de nutrición y psicología. Y comencé a hacer rompecabezas. Es la mejor cosa que he hecho y una actividad realmente muy buena para la paciencia”, señaló por entonces. Tras esas palabras y con la promesa de una conferencia de prensa en mayo, se pensó que regresaría a la actividad en Roland Garros, torneo que tantas alegrías le había dado. Pero allí tampoco volvió a jugar. Tampoco actuó en los distintos Masters 1000, ni en Wimbledon, ni en los Juegos Olímpicos de Londres, ni en el US Open. Su futuro es un misterio, y no hay información más precisa. Por otra parte, teniendo en cuenta que es un jugador de 28 años, su situación es totalmente preocupante. Por supuesto que hay excepciones, alcanza con ver al alemán Tommy Haas y su rendimiento en los últimos meses, pero a al edad de Robin es mucho más difícil volver donde se encontraba cuando él jugó, por ejemplo, entre los 5 mejores del mundo.

La prensa internacional y los fanáticos se hacen todo tipo de preguntas. En su cuenta de la red social Twitter (@RSoderling), el sueco tampoco ha dado muchos más detalles: se mostró junto a sus familiares, jugando al golf, pescando o hasta en una sesión de acupuntura. No mucho más. Por otra parte, cabe destacar que Söderling ya no tiene Ranking. La última vez que figuró en él fue el 9 de julio pasado, en el 195º puesto. Se cree que en su futuro también influirá el hecho de convertirse en padre por primera vez, lo que hace creer que probablemente se enfocará en otra cosa que no es el tenis.

Si hay algo que está claro, es que alrededor de Söderling es todo misterio y confusión. Una lástima. Esperamos poder volver a verlo en las canchas cuanto antes.
Por: Lior Behar

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