Un amor mágico

Ni siquiera yo creo tener la respuesta sobre porque me sucede esto. Quizás porque te amo, quizás porque sos distinto a todos. Quizás una mezcla de ambas cosas. Mi única certeza es que cada vez tengo más ganas de verte. No importa cuántas veces caigas, no importa que tan duros sean los golpes, solo quiero volverte a ver, y siempre tengo la misma ilusión, esa de verte levantar, de despertar de esta pesadilla que parece no tener fin. 

Quizás parezca una locura, pero mi optimismo siempre está, aunque a veces crea que está todo perdido, el paso de los minutos va haciendo correr la bronca y todo dolor posible, para que mi corazón se prepare y te aliente una vez más.

Hoy nuevamente me desperté ilusionado, confiado de que llegó el día. De que no importa que tan mal vengas, ni lo bueno que sea el rival, es la hora de ganar. No me importa que seas visitante, que tengas las de perder, casi que tampoco con que 11 vas a salir a la cancha. El amor que te tengo me hace pensar que hoy reapareces. Para calmar miedos, matar angustias y callar rivales.

Ahí es donde mi deseo se transforma en creencia, y estoy seguro que hoy te llevas el triunfo, ante el mejor equipo del país, ese que es un club ejemplo, ese que incorporó a un jugador de otro nivel. Nada me importa. Ni siquiera el penal que erró nuestro delantero el fin de semana pasado, ese que nos condenó a pasar una semana para el olvido. Hoy creo que ese mismo jugador, se destapa con un par de goles.

Quizás parezca una ilusa ilusión, lo tengo claro. Porque en realidad esto de estar confiado me sucede cada vez que se acerca la hora de verte, pero la realidad marca que hace 9 que no ganas, que estas en un momento crítico, que todo te cuesta el doble y que la suerte no está de tu lado.

Pero supongo que este amor es distinto a todos. Mucho más fuerte que cualquiera. Por eso hoy tengo esta confianza, está fe, que quizás falle, pero que pase lo que pase, volveré a tenerla y será aún más fuerte.