martes, 14 de mayo de 2013

Lo que dejó la fecha 13 del Torneo Final


Se fue la fecha 13 del Torneo Final y, ahora, se entra en el último tercio del torneo, en etapa de definiciones. Y ya parece estar definido quiénes son los que van a pelear el torneo, quiénes el descenso, y a quiénes les queda la posibilidad de jugarse un lugar en la Copa Sudamericana de este año.

Empecemos por la tabla más atractiva, la del campeonato. Newell’s, Lanús y River son los candidatos máximos a quedarse con el Torneo Final. Los tres están, de alguna forma, cortados arriba: la distancia entre el tercero, River, y el cuarto, el sorprendente Rafaela, es de cuatro unidades. La cosa parece haberse definido esta fecha, cuando el triunfo ante River, combinado con el empate de Rafaela el viernes, lograron que la anterior diferencia de dos puntos se hiciera de cuatro.

Precisamente de River hablaremos ahora. El domingo le ganó muy bien a un All Boys que no es el mismo de las dos temporadas anteriores, y quizás esté sintiendo el hecho de que Romero, su DT que lo ascendió, no va a seguir en su cargo finalizado el torneo. Se hablaba mucho, durante el campeonato y más después del empate contra Boca, sobre la falta de definición y la tibieza de River, y de su incapacidad para liquidar los partidos. El domingo, en parte, enterró esos argumentos. Tardó un poco, es cierto, y desperdició muchas chances, pero tras marcar el primer gol pudo marcar el segundo sin que le empataran el partido. Y jugó como un equipo que está para pelear arriba. Está a tres puntos de Newell’s. ¿Podrá alcanzarlo y pasarlo? En gran parte, depende de River.

También se modificó el puntero. La fecha la había arrancado Lanús como puntero, por un punto sobre Newell’s. Pero la gran victoria de los rosarinos el sábado los depositó en la punta, obligando a Lanús a ganarle a Independiente. Los del Sur empataron, con lo cual Newell’s quedó puntero. Enorme victoria la de Newell’s, ante un equipo que juega bastante bien al fútbol, con una fresca propuesta de su entrenador, Martín Palermo. Los rosarinos ya no sorprenden: tienen un libreto futbolístico muy bien definido, trabajado ya desde hace tiempo por Gerardo Martino, y tienen contundencia en el área con su goleador, Ignacio Scocco, que también es goleador del torneo. Ironía: el sábado desplazó de la cima de la tabla de goleadores a… Sí, adivinó. El goleador de Lanús, Silvio Romero. Es cierto, Newell’s sufre en defensa: lleva 17 goles en 13 partidos. Pero lo contrarresta con una terrible eficacia goleadora: en el torneo promedia dos tantos por partido. El sábado arrancó perdiendo y, con gran autoridad (y algo de fortuna en el tercero), lo dio vuelta. Y disfruta de la punta.

Lanús, en cambio, parece haber perdido algo del juego que lo llevó a ser la sensación en las primeras fechas. Sigue invicto, pero le cuesta. Y el domingo, conocedor del resultado de Newell’s que lo obligaba a ganar, no pudo cumplir su parte de la tarea. Jugó con uno menos por 62 minutos, debido a la expulsión de Guido Pizarro, y no logró quebrar a un Independiente que, por su parte, tampoco aprovechó la superioridad numérica para dominar al rival y convertir. Pareció conformarse el Rojo con la igualdad ante el líder, de visitante. La falta de resultados y/o de juego claro parecen estar haciendo alguna mella en el ánimo de los del Sur. La señal de eso es la expulsión de Guillermo Barros Schelotto, que coronó su tarde de nerviosismo. Si el DT, cabeza del grupo, se muestra nervioso, es un indicio de que el ánimo interno del grupo no está en su mejor momento. Desde abajo lo presionan, ya le robaron la punta y se habla mucho del equipo. Es un cóctel que puede explotar. Jugadores y cuerpo técnico de Lanús son los que pueden hacer que eso no pase. De todas maneras, la campaña es extraordinaria.

En la pelea de abajo, se dieron interesantes resultados. Independiente empató, y su DT, Miguel Brindisi, dijo que el punto “suma”, pero ¿hasta dónde suma? Esta fecha ganaron San Martín de San Juan y Quilmes, dos rivales directos. Perdió Argentinos, es cierto, y con ello Independiente le descontó un punto. Pero San Martín, que tiene dos temporadas, se le acercó mucho, y Quilmes, recién ascendido, se le alejó (de hecho, también pasó a Argentinos). De todos modos, el empate le sirve, y ahora se le viene un rival directo: San Martín, el domingo, en Avellaneda.

San Martín, justamente, es uno de los que vienen haciendo las cosas para seguir en Primera. Desde la llegada de Forestello, el equipo ha repuntado notablemente, ganándole a sus rivales directos (Unión y Argentinos) y dándose el lujo, incluso, de golear a Boca por 6-1. Ayer los sanjuaninos derrotaron con justicia, y quizás por demasiado poco margen, a un Argentinos que se desinfla sin pausa, y que ayer sumó su cuarta derrota consecutiva. En cancha se vio a un Argentinos vencido, ampliamente superado por los jugadores sanjuaninos, que jugaron el partido como si fuera una final del mundo. Argentinos, indolente y sin respuestas, tuvo un inmerecido descuento al final. Hubiera sido más injusto aún que empatara. Las explosivas declaraciones de Caruso Lombardi en contra de sus jugadores, y el rumor de que el presidente del club de la Paternal haya “vendido el descenso de su equipo”, no colaboran en el presente de un equipo que, en palabras de Caruso, “parece el Banfield de la temporada pasada”. Suma sólo 7 puntos en el torneo y 26 en la temporada. No tiene en la tabla de promedios la campaña de campeón, es cierto, pero también es verdad que para la temporada que viene se le borrarán 54 puntos de la temporada 10/11. Muy pocos son 26 puntos para reemplazarlos. Si zafa, en agosto arrancará muy comprometido.

En tanto que Quilmes derrotó muy bien a Colón, en Santa Fe, por 3 a 0. Volvió su mejor jugador, Miguel Caneo, tras una lesión, y lo hizo en muy buen nivel, marcando dos goles, uno de ellos un exquisito tiro libre. Quilmes se ubica quinto en la tabla, empatando la posición con otros tres equipos, con 20 puntos. Parece que, de tanto sumar en su urgencia para escapar del descenso, los Cerveceros se hallaron, quizás sin esperárselo, peleando en los primeros lugares. Como se dijo al principio de la nota, está lejos, y lo más probable es que no pelee de igual a igual con los tres de arriba. Pero está en el pelotón de perseguidores. Posiblemente llegue a los 30 puntos, con lo cual habrá redondeado un campañón.

Otro que se prendió en el pelotón de perseguidores es San Lorenzo, que viene atravesando una primavera en pleno otoño: de los últimos 4 partidos, ganó 3 y empató el restante. El sábado goleó 3-0 a Boca, en el clásico, extendiendo la paternidad sobre Boca y dando lugar, penal de Silva errado mediante, a las clásicas cargadas con afiches que el vencedor de un clásico suele aplicar. Con el triunfo, los de Boedo parecen estar escapando definitivamente de la lucha de abajo, a la vez que conservan la ilusión de entrar en la Copa Sudamericana. Boca, en cambio, es la antítesis: llegó a 12 partidos seguidos sin ganar, la victoria de Estudiantes de anoche lo dejó anteúltimo, y se aferra a la Copa Libertadores como medio de seguir a flote. Desde estas líneas se considera ese asidero como algo muy endeble: Boca, si se queda afuera de la Copa, sólo jugará por la Copa Argentina (al haber jugado Copa Libertadores, no puede entrar a la Sudamericana) que, a la luz del puntaje que está obteniendo en este torneo, es su mejor chance de entrar a la Libertadores 2014. Más allá de lo numérico, Bianchi no encuentra el funcionamiento ideal del equipo. Lo han complicado las lesiones y la doble competencia, aunque los juveniles tampoco han podido tener un rendimiento excepcional. Por ahora no sufre con el descenso, ni lo hará en un futuro cercano, pero por su historia, Boca debería encontrar cuanto antes la forma de volver a los primeros planos.

El sábado, Racing le ganó 2-0 a Tigre exhibiendo, por fin, el juego efectivo y la solidez que desde hace rato sus hinchas esperan del equipo. Con el triunfo, sigue dentro de la zona de clasificación a la Sudamericana. Pero aún sigue sufriendo para cerrar los partidos. Lejos en el torneo, la continuidad de Zubeldía parece atada a la clasificación a la Copa Sudamericana y, en menor medida, al rendimiento del equipo en estos últimos 6 partidos.

En tanto, anoche, Estudiantes  venció a Unión por la mínima diferencia, 1-0. Los de La Plata parecen haberse, aunque sea un poco, recuperado desde la llegada de Mauricio Pellegrino. Aunque le cuesta mucho, Estudiantes volvió a ganar en el torneo luego de cuatro fechas, y confirmó que su pieza de ataque más efectiva es el colombiano Duván Zapata, quien fue, precisamente, el autor del gol anoche. Unión, en cambio, parece estar ya con un pie y medio en la B Nacional. Es cierto, con Sava el equipo santafesino ha mejorado su calidad de juego. Pero lo que parece pesar mucho es la lejanía de los puestos de salvación, que hacen que la tarea de salvarse sea casi imposible. Los números todavía le dan posibilidades a Unión, pero el problema quizás sea anímico. Hay que descontar muchos puntos, es una tarea ardua, y eso quizás es una mochila pesadísima para Unión. Y más, siendo que San Martín y Quilmes y, en menor medida Independiente, siguen sumando.

Por Esteban Perisset

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