viernes, 9 de agosto de 2013

El Tata y el Barcelona

Por Nicolás Galliari

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La llegada de Gerardo Martino al banco del Barcelona fue una gran sorpresa para todo el mundo futbolero. Tras la recaída en su enfermedad de Tito Vilanova, se nombraron muchos candidatos a sucederlo. Hasta se llegó a hacer encuestas con más de 20 entrenadores en portales catalanes y el tema de quién sería el nuevo entrenador era el motivo de expectativa más grande de los últimos tiempos en lo que a la pelota se refiere.

Después de una campaña exitosa con Newell’s, en la que desarrolló un juego parecido, de lo más similar por estas tierras, a lo que hace el Barcelona, el Tata fue destacado a lo largo y ancho de América y también por muchos periodistas europeos. Un campeonato, semifinales de Copa Libertadores y, lo más importantes, un estilo y una identidad única y bien definida hicieron del equipo rosarino uno de los más destacados del último tiempo.

Cuando se despidió ante la prensa, luego del partido ante Atlético Mineiro en Brasil, respondió que su casa y las vacaciones eran el siguiente destino. Nunca imaginó, como casi nadie más allá de ser uno de los mejores entrenadores del continente, que sucedería lo que ocurrió ni que el Barcelona lo llamaría para conducir un equipo plagado de figuras.

De un momento a otro, y manteniendo la frialdad y las llamadas de Rosell y Zubizarreta en su intimidad, comenzó a ilusionarse, siempre teniendo en cuenta que solo era el inicio de las tratativas y que todavía faltaba un largo trecho en el que impondría que sus colaboradores sí o sí lo deberían acompañar, como en toda su carrera, y en el que no dio el sí rápidamente sino que buscó saber todo lo que estaba a su alcance antes aceptar la oferta.

En una semana, Martino dijo que quería vacaciones. Se fue de NOB como un prócer, por la puerta grande, y un mes más tarde anda de gira por Israel, Palestina, Tailandia y Malasia. Y dirigiendo a los mejores jugadores del mundo. Hablando poco catalán pero interiorizándose en todo lo que pueda para tener todo controlado.

Dijo que estaba seguro, en la conferencia dada en Rosario, que Leo Messi había ayudado para su contratación. Luego, la “Pulga” lo desmintió y el Tata se retractó en España en su conferencia de presentación aduciendo que simplemente había pensado que la dirigencia le consultó al rosarino por su parecer. En esa primera exposición ante los periodistas, también sentenció que su objetivo era “armar un buen equipo, que juegue bien a fútbol y que gane títulos”. También dijo que sería un fracaso no obtener un campeonato, con los que jugadores que dispone.

Pero más allá de lo que se haya dicho en la conferencia en la que la mayoría europea comenzó a conocer a un personaje al que no tenían en consideración, lo más interesante es analizar como han sido los dos partidos que hasta ahora ha dirigido el técnico argentino, y cuál es la impronta que puede darle a un equipo que, pese a ser el mejor hoy en día del planeta, necesita una restructuración.

El modelo que salió a la luz de la mano de Pep Guardiola, pero que llevaba más de 40 años como proyecto, tuvo como resultado el mejor equipo de la historia de este deporte. Con la posesión, la posición y el movimiento –entre tantas otras- como principales premisas, el español hizo del Barsa un equipazo casi invencible, y lo hizo ganar muchísimos títulos. Fue quién impulsó ese trabajo que en el club se había iniciado con Johan Cruyff hacía ya varios años.

Pero su estadía en la institución fue de cuatro años. Casi un lustro en el que hizo disfrutar al mundo entero con un fútbol único y unas formas hermosas de practicarlo. Al momento de irse, no se dio un golpe de timón sino que lo remplazó quién era su ayudante de campo, Tito Vilanova, y las cosas parecieron seguir iguales.

De todas maneras, el equipo no fue el mismo. Perdió algunos movimientos sistematizados. La ida de Pep no significó un golpe a los jugadores, pero sí se iba un persona con la que compartieron años de muchos logros y muchos momentos más allá del deporte. Con Tito, Barcelona ganó la Liga con la mayor cantidad de puntos obtenidos en toda su historia. La mayor efectividad en el torneo español, con solo dos partidos perdidos de 38 disputados.

Sin embargo, el juego no era el mismo, aunque seguía siendo muy vistoso. El equipo se volvió más Messi dependiente, comenzó a ser más directo y mucho más efectivo, con grandes goleadas. Llegó también a semis de Champions (Barsa, en las últimas seis ediciones, siempre llegó, por lo menos, a esa instancia), pero algo había cambiado.

Y una de esas cosas fue lo que Xavi dijo en su primera conferencia en la pretemporada. Martino, más allá de estar muy cerca de los jugadores y eso es algo muy representativo para los ellos, quiere recuperar esa presión asfixiante sobre el rival, esa tendencia que la pasada temporada –más sobre el final- el plantel había perdido en su estilo.

Por eso es que se necesita una restructuración. El nuevo DT, al que se lo prefirió por sobre Luis Enrique para continuar con esta ideología, ha demostrado en su equipo una intención de recuperar el balón en tres cuartos de cancha realmente impresionante. Los delanteros como primeros defensores y, si es posible, ataques cortos.

Una presión en la que el rival se encuentra ahogado, no tiene opciones de pase ni forma de jugar la pelota, al verse cercado por tres jugadores. Encima, otros le tapan al posible receptor. Una práctica que necesita miles de entrenamientos para lograr una gran coordinación. Tanto frente al Santos como ante el combinado de Tailandia (rivales relativamente inferiores), esto se vio claramente.

Aparte de la presión, y de lo que dijo el Tata de que siempre se pueden mejorar todos los conceptos y que pueden insertar cosas propias en el modelo Barcelona, hay grandes desafíos. Dirigir a este plantel es el mayor, pero dentro de él, el saber juntar a dos estrellas del calibre de Messi y Neymar y de formar el trío de ataque.

El mismo ha dicho que si el argentino y el brasileño no pueden jugar juntos sería más un defecto suyo que de los jugadores. Hasta ahora, ambos han compartido poco tiempo en cancha (entre los dos partidos, casi 70 minutos), pero comenzaron a divertirse y el atacante del Scratch ya convirtió su primer tanto con la camiseta blaugrana.

En eso, también tiene que ver como formará Martino la delantera. Messi es titular, y quedan dos lugares. Alexis Sánchez ha hecho una gran pretemporada, con niveles muy altos en los amistosos, sin ser tan individualista y dando grandes habilitaciones al vacío para sus compañeros. Hoy el chileno es titular por esta gran preparación.

En el otro extremo, Pedro y Neymar pelean por el lugar restante. El tinerfeño metió tres goles en el último amistoso, por ahora el director técnico le respeta la titularidad, aunque si el club pagó tanto por su nueva joyita, es porque lo cuentan entre los 11 de arranque. De todos modos, deberá hacerse un lugar.

Después de ellos cuatro, hay grandes variantes. Una es Cristian Tello, el joven extremo que renovó contrato con una clausula de 25 millones. De lo más rápido que tiene el equipo, es un gran definidor. Como centro delantero fijo, referencia en ataque, tiene al camerunés Dongou, que no es ningún negado con la pelota. El africano, que llegó al club de la mano de la fundación de Samuel Eto’o, tiene 18 años y puede ser una gran alternativa si el Barsa quiere jugar con un 9 de otras características a las de Messi.

Con respecto a la defensa, mucho se habla de que irían en búsqueda de un central de jerarquía. Que David Luiz, que Mangala, que Vergini, que tantos otros, el Tata ha expresado que si viene uno, solo tiene que ser para sumar; no traer por traer. Se conforma con el plantel que tiene: Piqué, Puyol (aun lesionado), Mascherano, Bagnack (de Camerún, llegó de la misma forma que Dongou) cuentan entre los zagueros. Por las laterales, hay dos por puesto, con Dani Alves y Montoya por derecha, y Jordi Alba y Adriano por izquierda.

En el medio es diferente y hay muchas variantes. Se especula que los tres titulares serán, como en el último tiempo, Xavi, Busquets e Iniesta. Aunque vienen surgiendo grandes nombres como Sergi Roberto y Jonathan Dos Santos. Ambos son muy considerados por Martino, y SR tiene una gran proyección –tanto, que lo nombran como el sucesor de Xavi ahora que Thiago se ha ido al Bayern Munich.

El Tata tiene muchas cosas por probar, recién está conociendo el mundo Barsa y ha dirigido solo un partido en el Camp Nou. Sin embargo, ambos partidos han sido grandes goleadas y el equipo ha convertido 15 goles. Como ha señalado, siempre se puede imponer lo propio, más allá de lo prestablecido.

El club no hizo lo más fácil, lo que se preveía, no fue a buscar a Luis Enrique y a otra cosa. Se la jugó por un entrenador no tan conocido por aquellos lares, sin ninguna experiencia europea y al que solo conocen los que siguieron a NOB y esa Paraguay que casi elimina a España en el último Mundial.

Grandes desafíos por delante tendrá Gerardo, aunque es un orgullo para el pueblo argentino, ya desde que se lo comenzó a nombrar como candidato a suceder a Vilanova. Llegó a la cumbre, la cuestión es mantenerse, y no romper lo que ya está hecho a la perfección.

Nicolás Galliari

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