Se quemaron los papeles de Helenio
La columna de Nico Galliari
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En la década del ’60, el Inter de Helenio Herrera
ganó todo, e incluso llegó a ser tan cuestionado como imitado. De la mano del
Catenaccio, ese estilo que el entrenador argentino impulsó en Italia, el equipo
obtuvo numerosas críticas que apuntaban a sus formas mezquinas de juego y a no
arriesgar. Aunque muchos otros lo destacaban por sus logros, terminó siendo un
espejo y, hoy en día, es uno de los equipos históricos del fútbol.
El significado de la palabra Catenaccio es cerrojo
si se lo traduce al idioma italiano. Tenía que ver más con neutralizar al
contrario que de tomar propiamente la iniciativa, de incorporar un líbero a una
línea de 4 defensores (ubicado por detrás, haciendo un 1-4 en defensa). Fue el
impulsor de un estilo ponderado y desarrollado por la mayoría de los equipos y
las selecciones que han seguido desde aquellos tiempos en el país tano.
Pero todo tiene, o puede tener un cambio. Y alguien
llegó para modificar un estilo. Pese a que tome, obviamente, mucho tiempo, y
que modificar la mentalidad futbolística de todo un país es realmente
dificultoso. La idea de modificar una identidad no se desarrolla de un partido
a otro, ni de un torneo a otro, sino con un proyecto a largo plazo que abarque
varios años.
Con Cesare Prandelli en el banco, Italia ha
comenzado a variar. De aquel estilo mayoritariamente defensivo a uno que quiere
y defiende la pelota. El entrenador actual asumió a mediados de 2010, luego de
un Mundial que no tuvo como protagonista a la Selección y por el que todos
reclamaban un cambio.
El ex técnico de la Roma y de la Fiorentina (estuvo
5 años allí), entre otros equipos, apareció en rueda de prensa de su presentación
y dejó un mensaje muy claro de reconstrucción. Lo que primero expresó fue que
la citación de jugadores comenzaría a ser por méritos y no por nombres, por lo
que varios de apellido pesado ya no tendrían un lugar seguro.
Volvió a abrirle las puertas a Antonio Cassano (con
pasado problemático y borrado por el anterior entrenador Marcelo Lippi) debido a
que lo veía más sereno. Dijo que Gianluigi Buffon sería su capitán y además
señaló que, si tienen la ciudadanía y hacen los méritos necesarios, los
extranjeros podrían ser convocados.
Después de las palabras, los hechos. Y Prandelli
comenzó a trabajar, a darle un nuevo perfil al equipo representativo del país.
Con el paso de estos tres años, les dio lugar a los jugadores que mejor saben
utilizar la pelota, a los volantes de creación, y a los delanteros que
desequilibran y tienen gran potencia. Conjuntamente, modificó la formación en
algunos clubes, y hoy tiene los jugadores aptos para ser llamados y con cierta
adaptabilidad a una ideología.
Para iniciar el nuevo proyecto tuvo un gran líder.
De lo mejor de Italia en el rubro, Andrea Pirlo fue la base. Volante con mucha experiencia,
con increíble pegada, pero con basta sabiduría para saber comandar los tiempos
y manejar la pelota con un criterio casi único. Se le sumaron varios, a los que
cabe desmenuzar de una larga lista.
Uno de ellos fue Daniele De Rossi. No lo citó por
primera vez pero le dio otro lugar en el campo. Mejor acompañado y ayudado en
las tareas defensivas, al volante de la Roma incluso lo ha llegado a ubicar
como defensor central, en una clara demostración de los ideales del DT, que se
acercan a lo que lleva a cabo Barcelona o España.
Sin lugar a dudas que todavía no puede siquiera
acercarse, como tantos otros no han podido, a lo que lleva a cabo Vicente del
Bosque. Pero va por el buen camino. Aquilani, Nocerino y Montolivo son
jugadores también de parecido estilo a los dos ya nombrados. Le dan otra
fisonomía al equipo, pero claro, todos juntos no pueden jugar. Y más si le suma
Marchisio como otro volante con clara adaptabilidad para manejar el balón y con
buen entendimiento con Pirlo de la Juventus bicampeona del Calcio.
Desde abajo, también viene apareciendo un crack. Marco
Verratti. El nuevo Pirlo le llaman en toda Europa por lo que ha ofrecido en el PSG
francés. Es una gran apuesta a futuro y no tanto, dado que es una realidad y en
el campeón de la Ligue 1 ya se ha ganado su lugar en la mitad de cancha.
Incluso, ha sido titular en el último partido del seleccionado ante la
Argentina. Tiene mucha habilidad para manejar los tiempos, y es un pasador de
balón como pocos.
Por las bandas también tiene lo suyo para abrir la
cancha. Por la derecha tiene un hombre que puede actuar tanto de lateral como
de carrilero. Es el futbolista del Napoli, Christian Maggio. Ha demostrado sus
aptitudes en un equipo que salió segundo en la liga italiana, y ya tiene
algunos años en el seleccionado. Una alternativa es Ignazio Abate, del Milan.
Por el otro costado, hay otra variedad de opciones.
Desde Antonelli como lateral hasta Emanuele Giaccherini por el mediocampo,
ambos son de subir, aunque el defensa sea más decisivo para la marca y en la
mayoría de los casos le deja el sector al carrilero, que también ha sido
utilizado como extremo.
La intensa búsqueda de dar otra forma al juego
italiano de este entrenador no ha hecho, más allá de que varios pesados han
dejado de ser citados, que este plantel no tenga líderes. Uno es el arquero
Buffon, nuevo líder y quién lleva la cinta. Referente ya de la selección
campeona del mundo en 2006, es el líder de este intento de renovación de
Prandelli. Quién lo acompaña, además de un Pirlo que también es histórico, es
el defensor Giorgio Chiellini. Defensor central con altura, presencia y mucha
experiencia con la Juventus.
Arriba, además la vuelta de Cassano, que igualmente
no es titular y en estos tres años ha perdido un poco de consideración, el
centro delantero es Balotelli. El excéntrico delantero de origen ghanés,
nacionalizado italiano, tiene varios goles y es el titular. En la posición de
segundo punta, tiene opciones de jugadores bajitos y desequilibrantes, como lo
son Lorenzo Insigne y Sebastian Giovinco. Uno es una joven aparición y el otro
lleva algunos años en Primera, ambos tienen características parecidas, son muy
veloces y letales en el uno contra uno.
En el equipo que hoy se perfila para el Mundial –todavía
le falta aunque no está lejos de la clasificación- el titular para acompañar a
Mario en la delantera es “el faraón”, Stephan El Shaarawy. Hay otras opciones
para el técnico como Gilardino o el argentino nacionalizado Daniel Osvaldo,
aunque ellos son los que se perfilan.
Con Prandelli como líder de una revolución, Italia
todavía no ha conseguido grandes resultados. Llegó hasta semifinales en Copa Confederaciones,
y por momentos fue superior, le llegó varias veces y no dejó profundizar desde
la tenencia a España en aquel partido. En el encuentro ante Uruguay, logró el
tercer puesto.
Como lo expresé renglones arriba, la idea no se le
planta a un equipo de un día para otro, y menos en un seleccionado, tan
acostumbrado por la tradición nacional a jugar de otra manera. Cesare se ubica en
un lugar para intentar dar el salto de calidad. Muchos creen que puede hacerlo,
pero todavía a la gente la forma de pensar no se la cambia. Muchos hasta silbaron
y se escuchaban murmullos ante esa paciencia para elaborar y elegir el pase a
un compañero en el Olímpico de Roma en el último amistoso ante Argentina.
Con su delegación, busca un cambio rotundo. Está
cerca del objetivo para el año próximo, pero aun deberá trabajar, y segur
convenciendo a sus dirigidos, y a todo un país, de que otra idea y otro juego
son posibles.
Nicolás Galliari
Etiquetas: Futbol, Fútbol internacional, Italia, La columna de Nico Galliari, Liga Italiana, Nico Galliari, Prandelli
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