Un mar de dudas
Ya comenzó el Torneo Inicial 2013, y a
pesar de ser muy prematuro, los equipos empiezan a mostrar síntomas e indicios,
es decir, se puede hacer un diagnóstico genera de cara al futuro.
Y en este marco encontramos a River, que ayer debutó en el certamen
ante Gimnasia LP, en el Bosque, y
más allá de que el “Lobo” se llevó la victoria por medio de un penal muy
discutido, el “Millonario” mostró claras evidencias de lo que hereda de la
pretemporada: dudas, un esquema no del todo definido, puntos clave del equipo
en muy bajo nivel (caso Leonardo Ponzio)
y sobre todo, la falta de gol.
Y de
ello se desprende la problemática: terminó jugando en ofensiva con los juveniles Giovanni Simeone (jugó los ´90) y Federico Andrada, que entró luego, con Manuel Lanzini haciendo las veces de enganche, una posición donde “Manu”
jamás gravitó.
El conjunto de Núñez tuvo algunas
ocasiones para marcar, y de hecho no mereció perder en su debut, sin embargo lo
que más se le reprocha al equipo es la falta de delanteros. Se fueron Rodrigo Mora (puede retornar aún) y Juan Manuel Iturbe, tras terminar sus préstamos,
David Trezeguet fue colgado (fue a NOB), Rogelio Funes Mori, resistido por el hincha, no está con el plantel
por un problema contractual y Carlos Luna fue cedido a Rosario Central, donde paradójicamente ayer debutó con un doblete y
ovacionado.
Y es por eso que River, aún sin llegar los
transfers por Teófilo Gutiérrez y Jonathan Fabbro, tuvo que comenzar el
torneo improvisando, con juveniles que no tienen la “pimienta” ni la madurez
necesaria para afrontar tamaña responsabilidad, y eso se paga en la cancha.
Ramón Díaz, respaldado por el hincha y la
dirigencia, tuvo todo el receso invernal para aceitar a “su” River, un equipo
ofensivo y “de buen juego”, en la teoría, pero en la práctica jamás se vio, a
pesar que en el campeonato pasado el “Millo” fue subcampeón.
Asimismo, se nota a un elenco que se
desmoraliza de visitante, ya que durante el último lapso del Final, la "Banda" demostró un nivel paupérrimo: magro 2-2 ante Unión en Santa Fe, casi descendido; 0-2 ante Argentinos Juniors en La Paternal, el 1-5 ante Lanús en “La Fortaleza”, lo peor de los últimos años, y la derrota
de ayer, inmerecida pero derrota al fin.
Aún hay tiempo de revertir la situación, y
con la llegada de Teo y Fabbro, el enganche que tanto pidió Ramón, el
equipo tiene un plus más, aunque la base no se compone sólo de dos futbolistas.
Los demás refuerzos, Osmar Ferreyra
y Carlos Carbonero, tuvieron
apariciones interesantes, dado su recorrido por las bandas, pero aún no
mostraron un nivel convincente.
La táctica fue cambiando durante el transcurso del año; ¿con línea de tres, o con cuatro atrás? ¿Doble cinco, funciona? ¿Enganche y dos puntas, o uno solo arriba? ¿Tres puntas? ¿No había que reforzar los laterales? Un sinfín de variantes.
La táctica fue cambiando durante el transcurso del año; ¿con línea de tres, o con cuatro atrás? ¿Doble cinco, funciona? ¿Enganche y dos puntas, o uno solo arriba? ¿Tres puntas? ¿No había que reforzar los laterales? Un sinfín de variantes.
En un año de elecciones, a River no le
queda otra que pelear el Inicial y la Copa Sudamericana. El "Pelado" tuvo tiempo de
armar el equipo que pedía, a pesar que no le traen otro punta por el momento,
le trajeron los jugadores que pidió, no logra que el plantel funcione y cumpla
con las expectativas generadas en la previa.
Nadie duda de la capacidad del DT más ganador de la historia de la "Banda" roja, aunque en todos esos planteles, el riojano encontró un plantel armado y con figuras de gran renombre, que tan grande hicieron a la institución la década pasada. Estos son otros tiempos, el "Millo" viene de jugar en la B Nacional y está transitando tiempo de cambios, con presupuestos más austeros y donde hay que "arremangarse" y trabajar.
No es para preocupar, pero el diagnóstico
inicial enciende una luz de alarma.
Por Nicolás Diz
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Etiquetas: La columna de Nicolas Diz, Ramon Diaz, River
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