El primero, para Ramón

En el primer Superclásico del año, River jugó con autoridad y se impuso con justicia por 2-0 a Boca con doblete de Rodrigo Mora, en Mar del Plata, en el gran duelo de los DT. 

No fue un amistoso de verano más. No sólo por el hecho de enfrentarse una vez más los equipos más grandes del fútbol argentino, sino que el condimento que lo hacía especial al encuentro estaban en los bancos de suplentes: e carisma de Ramón Díaz por un lado, la sensatez ganadora de Bianchi por el otro bando, motivadores de la enorma expectativa de las 30 mil almas que coparon el estadio José Maria Minella de Mar del Plata (más de 5 millones de pesos de recaudación).

Los primeros minutos del juego fueron parejos, prestándose la pelota,apelando al pelotazo aislado a los delanteros, sin juego asociado en ninguno de los dos equipos,sin dominador claro de las acciones. A los 4 minutos fue la primera ocasión para River, un tiro de afuera desviado de los pies de Mora. Por el lado de Boca, un cabezazo de Silva a los 12 minutos que pasó cerca. A partir de los 20 minutos, aún con desprolijidades, el equipo del Virrey fue asentándose mejor en el terreno, con más posesión del balón y juego por la banda derecha, aprovechando el despliegue de Lautaro Acosta y los espacios dejados por la línea de tres del "Millonario", que sólo apelaba al contraataque para llegar al área del "Xeneize".

A los 22 minutos de la primera parte, Boca contó con su chance más nítida, tras un gran pase de Leandro Paredes a Silva, que cara a cara con Barovero definió al cuerpo del arquero y en el rebote Erviti fue trabado justo. Boca seguía con la pelota en su poder, pero con el correr de los minutos la balanza se fue inclinando hacia los de Núñez, jugando por el sector izquierdo y la velocidad de Leonel Vangioni, el ex Newell´s en su debut con la Banda. Y éste justamente, a los 36 minutos, entrando en la medialuna le dejó la chance servida a Rogelio Funes Mori, quien enganchó hacia adentro y remató desviado. Los últimos minutos del primer tiempo tenían a River como claro dominador del juego, más veloz, más preciso con la pelota y más entero en la parte física.

Al comienzo de la segunda parte, la situación no cambió y el Millonario siguió atacando, con más intensidad. Primero, a los dos minutos del complemento con un remate de Vangioni; y segundos más tarde, Mora tuvo en sus pies la apertura del marcador, saliendo desviado. Los primeros 10 minutos del ST el Xeneize quedó prácticamente quedó estático, y la misma aceleración y ritmo de River dilucidaban que el gol estaba al caer, y así fue, a los 23 minutos, tras una centro de Vangioni por izquierda, encontró solitario a Mora que cabeceó el segundo palo, ante la inmovilidad de Orion, decretando el 1-0 parcial. A partir de allí, los de Ramón se afianzaron aún más y no soltaron el acelerador. Por su parte, los de Bianchi perdieron solvencia ofensiva, bien contrarrestadas por Adalberto Román, el patrón del fondo del Millonario. Sólo un remate de Silva y chispazos de Paredes. Mora tuvo otra chance entrando por derecha, que pegó en el pal, no obstante la noche del uruguayo no terminó con el primer tanto, ya que a los 37 minutos, tras una pelota recuperada por Ariel Rojas, nuevamente por derecha, fusiló a Orion y liquidó el encuentro (3 gol a Boca en dos partidos para Mora).

Final del encuentro, con un arbitraje aceptable de Lunati, que fue liviano al penalizar el juego brusco propio de un clásico de estas características (debió expulsar a Sosa en el PT por patada a Román) y aplicó bien la ley de ventaja. No mucho más que acotar de su participación.

Ganó el Millonario en el primer derby del año, jugó mejor y demostró firmeza y personalidad. Quedan dos más antes de comenzar el Torneo Final, aunque es una alegría para el "Pelado", quienes tuvo como valores altos a Vangioni, la solidez defensiva de Adalberto Román, la soltura de Mauro Díaz y al propio goleador del partido. En contraste, Boca se notó deslucido, limitado físicamenete y con mucho para repensar de cara a próximos compromisos.