lunes, 25 de marzo de 2013

La altura, enemiga de muchos

Si uno habla de asuntos y circunstancias desfavorables que puedan perjudicar el juego prolijo y bien delineado que está desarrollando la Selección Argentina de Alejandro Sabella en estos momentos, uno no lo cree. Menos si en ese equipo, además de tener nombres calificados de  jugadores que se desempeñan en las máximas ligas del fútbol mundial, la batuta, la idea y la capitanía están cargadas sobre los hombros de un individuo con dotes sobrenaturales en cuerpo de humano, es decir Lionel Messi.





La altura. Esta condición natural le está trayendo pobres dividendos a la Argentina en los últimos años. Uno ve el equipo planificado por Alejandro Sabella, con orden y sobretodo una idea central de juego, y no cree en las estadísticas, en que esta circunstancia de la altitud pueda afectar el andar del equipo. Uno no lo cree ni tampoco lo desea. Una vez que el pueblo futbolístico argentino está ilusionado con esta Selección y con el dios del fútbol, no vaya a ser que por la falta de oxígeno y la mayor velocidad de la pelota, la esperanza se desvanezca. Uno igualmente piensa en Messi y se lo imagina dejando atrás a sus rivales como conos, hasta jugando en las peores condiciones naturales o en los terrenos más desparejos y desfavorables. Con Lío todo es posible. Pero no vaya a ser que esta piedra en el zapato de los 3600 metros sobre el nivel del mar, nos vuelva a jugar una mala pasada.

Repasemos algunos datos para certificarnos que no es mi intención meter miedo con lo que digo, sino que está sostenido en estadísticas pasadas. Y con Lionel Messi en cancha, cosa extraña si las hay.  El último enfrentamiento de La Celeste y Blanca en estas condiciones fue ante Bolivia, justamente en el estadio Hernando Siles de La Paz, por las Eliminatorias para Sudáfrica 2010, en donde el equipo dirigido en ese entonces por Diego Armando Maradona, cayó estrepitosamente por 6-1, sin poder de reacción. Fue un baile, y muchos medios castigaron a la altura como principal responsable de dicha catástrofe futbolística. Pero, ¿Fue realmente así? ¿Hay que achacarle todo a la altura? No podemos negar que Bolivia hizo un buen papel esa tarde y mereció el triunfo. Quizás no con tanta holgura, pero en fin lo merecía. Desviándonos de aquel partido en sí y de su desarrollo, hay un dato estremecedor que no nos deja tranquilo a nosotros los argentinos. La Albiceleste estuvo 35 años sin poder triunfar en el Hernando Siles y eso preocupa.

Otras experiencias son un fiel reflejo de que verdaderamente esta cuestión natural es el enemigo más próximo que tuvo el equipo en los últimos años. El conjunto Blanquiceleste ha visitado 8 veces a Bolivia en dicha ciudad por Eliminatorias, en donde tan solo pudo vencer en tres oportunidades. Los otros cinco partidos fueron cuatro triunfos de “La Verde” y un empate. La ventaja no es del todo superior pero si ponemos en la balanza los niveles de ambos equipos, pasa a ser una cuestión llamativa. Además, la goleada en las últimas Eliminatorias fue tan resonante que se podría catalogar como una doble victoria.

Cambiando de ubicación geográfica, en Ecuador, Argentina enfrentó a la Selección de ese país en tres oportunidades. Los partidos se desarrollaron en el Estadio Atahualpa, ubicado en la ciudad de Quito, a 2800 metros sobre el nivel del mar. La racha tampoco fue positiva para el conjunto nacional, ya que cayó en dos oportunidades y solamente triunfó en una. Sufrió derrotas tanto en las eliminatorias para Francia 1998 como en las de Alemania 2006.

La realidad es que Argentina afronta una parada difícil este martes 26 de marzo, ni más ni menos que ante el conjunto Verde en la maldita ciudad de La Paz, por la duodécima fecha de las Eliminatorias para Brasil 2014, en busca de sellar la clasificación. Lo cierto es que el partido hay que jugarlo, dejando los datos estadísticos en el olvido y saliendo a la cancha a combatir como lo venimos haciendo en los partidos pasados, cosa que nos permitió estar primeros en la tabla de posiciones con 23 unidades.

 Ahora bien, ¿Cómo le conviene jugar a la Argentina? Salir a quemar las naves como en las pasadas eliminatorias claramente no dio réditos. Sabella sabe que con su gran potencial en ataque, su velocidad y con la dupla delantera más goleadora del certamen, el equipo puede lastimar de contragolpe. Más en un terreno en donde pesarán las piernas, habrá una sensación de ahogo en cuestión de minutos, y la pelota estará caprichosa e indomable (salvo para Lionel, obvio).

El destino dará su veredicto en exactamente 24 horas cuando la Selección local pise terreno boliviano. En exactamente un día sabremos si esta cifra maldita, los 3600 metros de altura, le vuelven a jugar una mala pasada al “10” y a sus secuaces.


Por Juan Ignacio Vega
@nachoovega

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