La historia de nunca acabar en el fútbol europeo
En Europa, los hinchas aplican un terror ideológico. Sin importar la edad, el género y el nivel socioeconómico de los autores, se ven esvásticas y saludos hitlerianos, y hasta se oyen ruidos de monos. Cuando la violencia en el fútbol no es por negocio ni por poder.
FASCISTA. Paolo Di Canio, en una provocación. |
La dirigencia de ese equipo sacó al otro día, el 30 de
octubre del año pasado, un comunicado de prensa: “Hapoel Tel Aviv debería
contener a Tamuz, que provoca a nuestra hinchada cada vez que nuestros equipos
se enfrentan. Ya es hora de que Tamuz reciba el castigo que se merece por su
comportamiento provocativo”.
El sociólogo Gerd Dembowski, de la organización FARE
(Football Against Racism in Europe), llamó “gritones durmientes” a las
hinchadas nazis. De esta manera, él se refería a los hinchas radicalizados:
explicó que eran gritones porque se mezclaban en la multitud cuando cantaban, y
durmientes ya que se activaban “ante una situación potencialmente provechosa
para la ultraderecha”.
Sin la presencia de los ultras, resultan inexplicables
el racismo y la xenofobia en las canchas. Sin embargo, según explicó el
director ejecutivo de FARE, Piara Powar, “el mayor problema es la negación, las
otras personas que dicen: ‘No pasa nada, no se preocupen por los racistas, son
unos pocos’”.
Ramón Spaaij, un sociólogo holandés que estudió
durante 6 años a los ultras de España, Holanda y Gran Bretaña, señaló en enero:
“En España puede pasar con la mayor parte del público, sin importar edad,
género ni nivel educativo. El abuso racial lo inicia el grupo de extrema
derecha, pero eso puede terminar con chillidos de mono en todo el estadio.
Presencié partidos en los que el 80% del público, incluidos ancianos y mujeres,
hacía ruidos así”.
Por su parte, el periodista Richard Fitzpatrick
recordó que en el partido de vuelta entre Barcelona y Real Madrid por la Supercopa de España del
2011, cuando el brasileño Marcelo, del conjunto Merengue, tocaba la pelota, en
la hinchada del Barcelona gruñían como monos. Al día siguiente, ni Marca ni As
le dieron importancia (que encima son diarios pro- Real Madrid). Es la
naturalización del racismo. El mismísimo Pep Guardiola le restó importancia a
la discriminación que había sufrido el también brasileño Dani Alves durante una
goleada 5-1 del Barcelona al Espanyol en diciembre del 2010. “A veces pasa
hasta cuando jugamos de local. Olvídese de eso, no importa”, le dijo a un
periodista.
Alves había sido discriminado por las Brigadas Blanquiazules
del Espanyol. Ninguna novedad: el 8 de enero del 2006, durante otro clásico
frente al Barcelona, el camerunés Carlos Kameni, que en ese momento era el
arquero del equipo, debió soportar que un miembro de esta misma Brigada le
dijeron a través de un megáfono: “Kameni, te odiamos, eres un hijo de p***. Ve
ahora y di en conferencia de prensa que esto es racismo: no importa si eres
negro o naranja, eres una basura”. Ya otro camerunés, Samuel Eto’o, cuando
jugaba en el Barcelona, decidió dejar la cancha debido a que ya no soportaba
más a la hinchada del Zaragoza. También sufrió alguna vez a los Ultra Sur (del
Real Madrid) que, según denunció en abril, tienen el apoyo de José Mourinho y
hasta de la dirigencia del club. Según se escribió en un diario local, los
Ultra Sur ingresaron a la cancha en un partido ante el Osasuna con las entradas
que la misma dirigencia del Osasuna le había dado a la del Real Madrid.
Por otro lado, en Italia también sucede: la
ultraderecha de la Juventus ,
por ejemplo, puso una bandera cuando Mario Balotelli jugaba en el Inter y luego
en la Selección Italiana :
“Un negro no puede ser italiano”. Otro caso: los ultras de la Lazio , conocidos como los
Irriducibili, pusieron en el 2001 una bandera enorme en un clásico con la Roma que decía: “Equipo de
negros, hinchada de judíos”. Otra bandera, de 1998: “Auschwitz es tu patria;
los hornos, tu casa”. Allí, en la
Lazio , el club del que se hizo socio Benito Mussolini en
1929, jugaba en el 2005 un fascista confeso, Paolo Di Canio (recientemente
nuevo entrenador del Sunderland de Inglaterra), que escribió en su
autobiografía que Il Duce había sido “un incomprendido”. Pero la Roma tiene también fascistas.
Es una imagen repetida: en la capital italiana, tanto la Roma como la Lazio tienen una facción
nazi entre sus hinchas, y no lo callan.
También el arquero australiano Mark Bosnich, ya
retirado, solía hacer, al igual que Di Canio, el saludo fascista en plena
cancha. Pero Bosnich, ex jugador del Manchester United y del Aston Villa, se lo
hacía a la hinchada del Tottenham Hotspur, un club alentado por gran cantidad
de judíos).
Sin ir más lejos, tampoco se puede pasar por alto el
caso de Atlanta en el fútbol argentino:
-
En febrero del año 2000, los
hinchas de Defensores de Belgrano cruzaron los límites de las cargadas y
lanzaron jabones a la cancha cuando los jugadores de Atlanta hacían su ingreso.
El escándalo partió de la tribuna local denominada “Marcos Zucker” (hijo del
actor fallecido), un joven judío desaparecido durante la última dictadura cívico-
militar.
-
Chacarita y All Boys son los 2
clubes que mayor rivalidad tienen con Atlanta. Hinchas del Funebrero llevaron
históricamente una bandera con la leyenda “yo nazi en San Martín”. Los de All
Boys no se quedaron atrás y copiaron la idea con la frase “yo nazi en
Floresta”. Aunque por esa bandera, el Albo padeció en el 2003 una multa
económica.
-
Chacarita y Atlanta empataron 1 a
1 en su último enfrentamiento el año pasado, en San Martín. A Chacarita le
restaron ese punto por cantos contra la comunidad judía. El presidente del
Tribunal de Disciplina de la AFA ,
Fernando Mitjan, apuntó: “Esto sobrepasa el folclore o la burla”.
Aquella bandera discriminatoria de la hinchada de All Boys. |
En conclusión, la lista de hinchadas con grandes
agrupaciones nazis en su interior es interminable: desde la del Borac Cacak, de
Serbia- que amenazó el 14 de octubre del 2006 a un delantero nacido en
Zimbabwe, Mike Tawmanyera, con disfraces racistas (del Ku Klux Klan)-, hasta la
del Slovan Bratislava, de Eslovaquia, que el 20 de abril del 2007 extendió en
un partido frente al FC Senec una bandera con el mensaje: “Feliz cumpleaños,
Adolf”, y una caricatura sonriente de Hitler.
12 casos de racismo y expresiones nazis relevó FARE en
octubre del año pasado.
2 años hace que el Barcelona pone una cláusula
antirracismo en los contratos.
Principales clubes con hinchas nazis:
Alemania:
Schalke 04 y Energy Cotbus.
España:
Atlético Madrid, Espanyol, Osasuna, Real Madrid y Zaragoza.
Francia:
París Saint- Germain.
Inglaterra:
Chelsea y Millwall.
Italia:
Lazio, Roma y Verona.
Polonia:
Legia Varsovia.
República
Checa: Sparta Praga.
Rusia:
Lokomotiv Moscú y Zenit.
Serbia:
Estrella Roja de Belgrado.
Suecia:
IFK Goteborg.
Ucrania:
Dynamo Kiev.
Pero también existe la contracara de toda esta
situación, que está representada en Europa principalmente por el St. Pauli, un
equipo de Hamburgo que participa de la segunda división del fútbol alemán y que
hasta llegó a participar en la
Bundesliga dos temporadas atrás. La hinchada de este equipo
es reconocida en Europa por su lucha contra el nazismo, el fascismo, la
homofobia y hasta el sexismo (en 2002, por ejemplo, pidió que sacaran de su
estadio una publicidad de la revista Maxim ya que consideraba que discriminaba
a las mujeres).
“Vamos a construir un subte desde St. Pauli hasta
Auschwitz”, le cantan las hinchadas nazis con las que se cruzan.
En 1997, la hinchada del St. Pauli exigió que su
propio estadio dejara de llamarse “Wilhelm Koch”. Resulta que Koch, un antiguo
presidente del club, era miembro del Partido Nacional- Socialista y hasta se
había beneficiado de expropiaciones a judíos. Finalmente, la hincha lo logró:
hoy, el nombre del estadio es “Millerntor”. La hinchada también organiza
torneos de fútbol junto a otras hinchadas de Europa en contra del nazismo y el
fascismo.
Por Lior Behar
Etiquetas: Fútbol, Fútbol europeo, Lior Behar, Violencia en el Fútbol
2 comentarios:
Siempre hubo cargadas en el fútbol argentino, algunas que se van a la mierda, como las que le hacían a Deportivo Armenio, le gritaban "turcos" (por el genocidio de 1915 que mataron a más de 1.500.000 armenios).
Muy buena nota.
Sí, esa es otra. Muchas gracias.
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