martes, 30 de julio de 2013

El pasaje a Madrid cuesta 145 millones de euros


Preso de la ira, el presidente del Tottenham dijo que no dejará ir al crack Galés por menos. En Madrid esperan que el propio jugador destrabe la situación.  

Desde que el Barcelona confirmó la llegada de Neymar, la obsesión de Florentino Pérez se redujo a un solo nombre, Gareth Bale. Solo la llegada del extremo galés sería capaz de generar un impacto mediático similar al que orquestaron los culés con la contratación del canarinho.


Pero a diferencia de una negociación con un equipo sudamericano ávido de euros frescos, Florentino debe negociar con el presidente del Tottenham Hotspur inglés, una institución que supo erigirse en las últimas temporadas como serio candidato a ganar la Premier y un regular participante en competencias Europeas. 

Daniel Levy, la cabeza de los Spurs, ya le sacó el jugo a la billetera del Real Madrid en otra ocasión, cuando le vendió a su pieza más importante en aquel momento, Luca Modric, para que alternara minutos con otros cracks en el equipo que comandaba Mourinho. La negociación por el crack británico tiene un contexto totalmente distinto, tanto Levy como la liga inglesa hicieron lo imposible por mantenerlo en White Hart Lane, pero el Madrid ejecutó su tradicional operativo seducción, con llamados de Zidane de por medio, y lograron poner la mirada de Bale en el Santiago Bernabeu.

Cuando todo parecía indicar que pronto se lo vería entonando el "Hala Madrid" Levy rechazó una oferta record de 98,5 millones de euros y le puso un nuevo precio: 145 millones de la misma moneda. 
La descomunal cifra, que parece irrazonable y descabellada tiene un particular motivo: el presidente del Tottenham se juega su venganza personal contra el club que quiere robarle su figura y que además lo hizo sufrir hace ya unos años para contratar a Rafael Van Der Vaart, uno de los fichajes que dio inicio a este ciclo exitoso con equipos de estrellas de los Spurs.

La postura del Madrid es clara, no se moverán de la cifra que ellos enviaron y continuarán presionando al entorno de Bale para que destrabe la situación, algo que ya se vio reflejado en la visita de los familiares del jugador a las oficinas del Tottenham para intentar convencer al presidente. Además se espera que Bale se revele completamente y no se presente a entrenar con el equipo de Vilas-Boas.

La situación se ha desvirtuado completamente, ya no es una cuestión de dinero, los 98,5 millones son más que suficientes para los planes de renovación del plantel y hasta del estadio de los Spurs, pero el orgullo de Levy parece valer más que eso.

Repasando los antecedentes, Bale seguramente terminará ocupando la banda izquierda del equipo de Ancelotti. Técnico que precisamente forzó su salida del PSG para llegar a España. Basándome también en el pasado, la incorporación de Bale es justo lo que necesita el Real Madrid. No importa si el puesto está cubierto, o si se necesita saciar otra necesidad táctica. El club de Concha Espina tiene la obligación de buscar al mejor jugador disponible y de perfil más alto posible. Gareth Bale claramente lo es.

Augusto Poliche

@apolsc

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