No te rindas

"No te rindas. Por favor, no cedas. Aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, aun hay fuego en tu alma, aun hay vida en tus sueños. Porque cada día es un comienzo, porque esta es la hora y el mejor momento, porque no estas solo, porque yo te quiero."

Quizás estas palabras extraídas del poema de Mario Benedetti, "No te rindas", reflejan la cruda realidad por la que atraviesa Independiente. Las miles y miles de almas que sufren semana a semana con una pesadilla que parece no tener fin. 

La victoria en el clásico ante Racing parecía comenzar a dar un poco de aire, pero las derrotas ante Arsenal, Godoy Cruz, y el pobre empate ante un rival más que directo como Quilmes, volvieron a encender la preocupación de todos. Preocupación que claro está, no es exagerada ni mucho menos. Hace ya un tiempo que los rivales directos de Independiente pierden puntos, y esto no es aprovechado por los dirigidos por Gallego, que ya sea por mal juego, o por una increíble mala fortuna, terminan dejando en el camino puntos que hoy le permitirían respirar más aliviado.

Detrás de todo esto, los que más sufren la situación: los hinchas. Aquellos que van a la cancha, o bien padecen desde su casa. Aquellos que se entristecen con cada derrota, que lloran de solo imaginar el fatal desenlace.
Los hinchas, los mismos que se vieron engañados hace un tiempo, porque claro, esta situación de Independiente no comenzó hace poco, sino con dirigencias anteriores, que por sus horrendos intereses llevaron a un club gigante a una situación insólita. Allí comienza toda esta pesadilla de la cual aún no podemos despertar. Pero el amor por este club es enorme, quizás demasiado. Por eso los hinchas, no bajaremos los brazos y seguiremos dándole fuerzas a este Independiente, para que levante del piso, para que reaccione de una vez por todas. Y cuando haya pasado esta tormenta, no caben dudas de que nos veremos fortalecidos para encarar lo que venga. Cualquier problema será un trámite si logramos salir de esto. Eso si, nunca perdonaremos a los responsables de tanto sufrimiento. A aquellos que jugaron con el sentimiento y las ilusiones del hincha. Para ellos, ni olvido ni perdón.

No te rindas, rojo. Aún estas a tiempo. Tus fanáticos, estaremos a tu lado pase lo que pase. Te alentaremos hasta el final orgullosos de hacerlo y con la firme convicción de que la pesadilla tendrá un final del que saldremos victoriosos. Es hora de dejar atrás los miedos, de mirar para adelante y de una vez por todas, ver la luz. Entre todos lo lograremos. La historia está en juego. No te rindas. Por favor, no cedas.