No encuentra regularidad

Tigre venció por 1-0 a San Lorenzo de Almagro, en el estadio Nuevo Gasómetro, por la  quinta fecha del Torneo Final 2013. El gol del triunfo fue anotado por la nueva joyita que tiene el equipo matador, Rubén Botta. San Lorenzo dejó pasar una oportunidad ideal para alargar su racha de triunfos, luego de haber derrotado al River de Ramón por 2-0 en la fecha pasada. Por el lado de Tigre, la victoria le permite seguir con la seguidilla de buenos resultados, ya que acumula tres victorias consecutivas, tomando en cuenta la Copa Libertadores y el certamen local.

Se creía que el ciclón había encontrado el rumbo hace pocos días atrás, tan solo siete, cuando le ganó cómodamente a un River que venía embalado, mostrando buen juego y sobretodo obteniendo resultados positivos. Aquella tarde San Lorenzo mostró una cara totalmente diferente a lo expuesto hoy en el Gasómetro.

Esta cálida tarde en el Bajo Flores parecía presentar un buen augurio para el equipo de Antonio Pizzi, ya que comenzó presionando bien arriba a su rival y tomando la iniciativa del juego. Mientras tanto, Tigre no se podía acomodar en la cancha y esperaba atrás para contragolpear. No obstante, el punto de inflexión en el partido se dio a los 28 minutos de la primera mitad, cuando el estratega de Tigre, Rubén Botta, probó mediante un disparo de volea desde larga distancia, y la pelota rebotó en la mano del defensor central Mauro Cetto. Quedan dudas acerca de la intención que tuvo el defensor en hacer contacto con el balón, pero éste interrumpíó la trayectoria de la pelota que se dirigía hacia el arco de Pablo Migliore, en una clara situación de peligro para la visita. Este gol tempranero de Botta, debilitó anímicamente al Cuervo y el partido se emparejó. El conjunto de Néstor Gorosito comenzó a lastimar en ataque con la velocidad de Leguizamón y la técnica del “firuletero” Botta. Además, cada pelota parada era una puñalada para la defensa local, que perdía ante la buena altura de los defensores visitantes. Sin mucha claridad por parte de los dos equipos, se bajó el telón del primer tiempo con un resultado parcial de 1-0 a favor de Tigre.

En el epílogo, la tendencia se revirtió debido a que el equipo local tenía que salir a buscar el empate. Sin juego asociado, con poca conexión entre los volantes y los delanteros, y con un Nacho Piatti que nunca pudo hacer prevalecer su juego en la cancha, el Ciclón empujaba hacia el arco de Javier García pero con poca profundidad. Los centros al área visitante eran moneda corriente en los últimos minutos del encuentro, pero estos no traían peligro ya que eran resueltos fácilmente por la línea defensiva de Tigre. Así, con un San Lorenzo que empujaba a los tumbos pero sin ideas, concluyó el partido, con un resultado que deja disconforme al pueblo azulgrana.

San Lorenzo no encuentra la regularidad. Tiene pasajes de buen juego pero todavía el conjunto azulgrana no se asienta, y no hay un gran poderío en ataque que pueda cortar con la poca efectividad que tiene el equipo. La euforia que generó el último triunfo, sobretodo por ser un clásico, se opacó en esta tarde de domingo, con una actuación pasiva y sin brillo.

La victoria le permite al conjunto de Victoria seguir por la buena senda y ganar en lo anímico, con tres victorias al hilo, una clasificación en la Copa Libertadores que todavía es posible -más con el último triunfo agónico ante Palmeiras- y con un buen andar en el torneo local.

El Ciclón quedó ubicado en el décimo lugar con 6 unidades, mientras que el Matador se ubica quinto con 10.

El gol de Rubén Botta:


Por Juan Ignacio Vega
@NachooVega