martes, 23 de abril de 2013

Ayer y hoy: ¿Qué cosas cambiaron en nuestro fútbol?



No caben dudas que nuestro fútbol es único por su adrenalina y su pasión pero hubo cambios de toda índole que afectaron negativamente al deporte más popular del país. A continuación algunos de ellos y el impacto negativo del periodismo en la actualidad con respecto a la prensa del  siglo pasado, en donde sobresalen grandes intérpretes del medio escrito, televisivo y radial como Roberto Fontanarrosa, Enzo Ardigó, Osvaldo Soriano, Dante Panzeri, Bernardino Veiga y Ricardo Lorenzo “Borocotó”, entre otros.



Nadie creía en que esto era posible. Ni el más pensante creía en este nueva panorama que nos presenta nuestro fútbol, en donde ya cualquiera le gana a cualquiera, no hay ventajas, no hay jerarquías, no hay jugadores que tomen la batuta y diagramen el ADN futbolístico de un equipo, y sobretodo escasean los periodistas que sienten pasión por lo que hacen, solo hay conveniencias y egos propios. En cuanto al juego, no hay aplastantes goleadas sino un juego opaco, sin brillo, friccionado y trabado en el que se trata de sacar la mínima ventaja para lograr la victoria. Hay conformismo y miedo a perder, es por eso que nuestro mediocre fútbol argentino se fue manchando día a día un poco más. Décadas atrás, se lo veía al fútbol como un espectáculo deportivo impredecible, como si fuese una película bajo la crítica de Enrique Raab o Raimundo Calcagno, con un final abierto, sin una verdad absoluta hasta que el árbitro haga sonar su silbato. En los tiempos que corren, la sorpresa y el riesgo no existen y el miedo es moneda corriente en todas las canchas del país.

                ¿Qué quedó de aquel River de 1947 apodado como “La Maquina”, que no dejaba títere con cabeza y abrumaba a cualquier rival que se le interponga en el camino? ¿Y que me dicen del Boca campeón de 1943, con una racha invicta de 23 partidos y un delantero como Sarlanga que no perdonaba en el área rival? Estos son los lindos recuerdos de este juego tan popular que atrapa a millones de personas en el país. Recuerdos que tal vez periodistas y participantes del medio televisivo y radial de la época pudieron disfrutar y gozar, mientras nosotros esperábamos quien sabe donde al nefasto fútbol de nuestra generación. Dante Panzeri, exitoso periodista deportivo argentino, catalogó al fútbol bajo el lema de “dinámica de lo impensado”, allá por la década del 60´. En la actualidad, se puede ver poco de ese fútbol improbable, impensado e insólito que se vislumbró en el siglo pasado y bien describió Panzeri.

¿Qué conclusiones podrían sacar los afortunados personajes que pudieron disfrutar del buen fútbol de antaño? Bernardino Veiga, reconocido como la voz de Boca de todos los tiempos por haber relatado al Club Atlético Boca Juniors por muchos años con pasión y orgullo, tal vez podría opinar que hoy en día no hay un arquero como Antonio Roma. Un arquero que atajó un penal clave ante Delem y Veiga tuvo la fortuna de poder contarlo, junto a otros maestros que lo acompañaron en Radio Rivadavia como Néstor Ibarra, Ricardo Podestá y Víctor Hugo Morales. Joaquín Carballo Serantes, denominado bajo el nombre de “Fioravanti”, fue un destacado relator de fútbol radial uruguayo, a quien se le achaca la responsabilidad de haber hecho fanáticos de Boca y de River a la mitad de la población uruguaya con sus relatos, hecho que seguramente se estará reprochando en su letargo, luego de ver el horrible presente de las dos instituciones más grandes del país. Horacio García Blanco, en su revista ”Goles” o en el programa “Tribuna Caliente” junto a Carlos Juvenal, se acostumbraba por hablar sobre figuras del momento como “El Lobo” Fischer, emblema del San Lorenzo campeón invicto del Metropolitano de 1968. Un equipo que fue denominado como “Los Matadores”, porque se decía que “salía a matar a sus rivales”, y que hoy en día, está peleando el descenso y está en juego su estadía en la máxima categoría. Que decir del inolvidable Enzo Ardigó, uno de los comentaristas más importantes del fútbol rioplatense que tuvo la chance de comentar el primer partido televisado entre San Lorenzo y River, disputado en El Viejo Gasómetro en 1951. Me lo imagino comentando jugadas hermosas y goles maravillosos del flamante Independiente de Ricardo Bochini, que tanta gloria obtuvo y hoy peligra su estadía en primera división.

Ya lo veo a Osvaldo Soriano, reconocido escritor y periodista argentino, agarrándose los pelos ante este mal presente del club de sus amores, San Lorenzo de Almagro. El cáncer de pulmón en 1997 no lo dejó seguir ligado a sus colores pero todos sabemos que desde algún lado hace fuerza por el Cuervo de Boedo. Que podrá opinar Diego Lucero, un notable periodista deportivo fallecido en 1995 que tuvo la chance de cubrir todos los mundiales de fútbol desde 1934 hasta 1994, en donde vio pasar a un interminable número de figuras y que seguramente, esté donde esté, quisiera que la Argentina le regale otro mundial, pero los malos manejos en nuestro fútbol hacen que esto sea una utopía.

No solo nuestro querido fútbol se quedó sin magia y sin ese tinte especial que lo caracterizaba, sino que tampoco hay hombres que oficien el rol de periodistas y realicen jugosos análisis. No hay prosas precisas y repletas de sabiduría como las de Estanislao Villanueva, amante y sabio de su deporte favorito, el básquet. La gente no puede alimentarse de hermosos relatos como los del “Negro” Roberto Fontanarrosa, humorista gráfico y escritor argentino fanático del fútbol y de Rosario Central. Textos que aún siguen vigentes y uno no se cansa de leer ni remarcar, como por ejemplo una de sus obras maestras, “19 de diciembre de 1971”, una ficción que se centró en 1971 y cuenta el día en el que Rosario Central venció a Newell´s Old Boys por la semifinal del Torneo Nacional.

                La imborrable marca que dejaron Osvaldo Ardizzone, Felix Daniel Frascara, Carlos Poggi, Ricardo Lorenzo “Borocotó” en la revista “El Gráfico” fue digna de cuatro periodistas que sentían su profesión como gran parte de su vida, en donde buscaban perfeccionarse en cada momento, cosa que ahora no se ve con los periodistas del medio que solo buscan la primicia, tirar una “bomba” o hasta incluso inventar una historia con tal de que los nombren en algún diario.

Por otro lado, la cantidad de periodistas partidarios en los tiempos que corren es abrumadora, ya no hay códigos y cuidado en la forma de expresarse y muchos intérpretes del deporte nacional son castigados sin sentido o simplemente por intereses personales. Se debe aprender de otros colegas del medio como Juan de Biase, secretario de redacción de Clarín durante 25 años, que escribía como los dioses y era fiel a las pautas clásicas del ambiente futbolero a la hora de opinar.

                La centralización del género masculino trabajando en los medios deportivos también fue un aspecto que cambió con respecto al fútbol contemporáneo y el actual. Anteriormente, se podían ver infinidad de periodistas mujeres como por ejemplo Paloma Efron, conocida como “Blackie”, quien fue conductora de radio y televisión argentina, o Lilian Sáez, locutora que se desempeñaba en Desayuno Continental y que llegó a esa emisora gracias a Víctor Hugo Morales. Hoy en día, la brecha de mujeres en el medio deportivo radial, escrito y televisivo es muy corta y no se las integra como antes.

                Nuestro juego antes era una poesía de Roberto Jorge Santoro, llena de rimas y concordancia que lo hacía perfecto y atrapante, o un programa de Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya, lleno de picardía y manejo de los tiempos. El presente nos presenta un marco desalentador, con mal juego, jugadores desganados, lesiones recurrentes, violencia en las tribunas, pobre análisis colectivo por parte de los medios y muchos otros aspectos que perjudican a este deporte nacional tan rico y pasional.

Por Juan Ignacio Vega

@nachoovega

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1 comentarios:

A las 24 de abril de 2013, 0:07 , Blogger Nicolas Diz ha dicho...

Vemos un fútbol dónde fecha tras fecha se hablan de los malos arbitrajes y la violencia de los barrabravas, quiebras económicas e institucionales de los clubes, etc. La pelota queda aparte. Triste realidad, dado que de la Argentina el mundo cosecha talento innato, y pasan estas cosas...

 

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