Con otro dibujo, pero con las mismas carencias

La apuesta de Ortiz ante Crucero fue ofensiva, pero el juego fue limitado. No despega y lleva cuatro fechas sin triunfos como local.

Boca Unidos sumó el sábado último la cuarta decepción ju

gando de local. Esta vez fue ante Crucero del Norte 1-1, por la 15ª fecha de la B Nacional.

En la oportunidad, el técnico Darío Ortiz volvió a desmembrar el equipo que una semana antes le había ganado a Douglas Haig en Pergamino. El resultado, y pese a su apuesta ofensiva con un esquema 4-3-3, no varió de lo que ya evidencia el conjunto correntino desde el comienzo de temporada: la falta de juego.

El panorama llegando a mitad del torneo no es el mejor, porque lo hecho hasta aquí habla de irregularidad y de una marcada falta de identidad del equipo de la Ribera; la mente tendrá que estar puesta ya en la segunda parte del torneo de ascenso, donde la meta tendrá que ser sumar puntos y, por el momento, dejar de lado el sueño de ascenso.
Con la nueva etapa será labor de la dirigencia poner en la balanza lo hecho y mirar hacia atrás para ver cuáles son los puntos a mejorar, tanto en el plantel como en el cuerpo técnico.

La apuesta de Ortiz ante Crucero fue ofensiva, pero el juego fue limitado. No despega y lleva cuatro fechas sin triunfos como local.
Boca Unidos sumó el sábado último la cuarta decepción jugando de local. Esta vez fue ante Crucero del Norte 1-1, por la 15ª fecha de la B Nacional.

En la oportunidad, el técnico Darío Ortiz volvió a desmembrar el equipo que una semana antes le había ganado a Douglas Haig en Pergamino. El resultado, y pese a su apuesta ofensiva con un esquema 4-3-3, no varió de lo que ya evidencia el conjunto correntino desde el comienzo de temporada: la falta de juego.

El panorama llegando a mitad del torneo no es el mejor, porque lo hecho hasta aquí habla de irregularidad y de una marcada falta de identidad del equipo de la Ribera; la mente tendrá que estar puesta ya en la segunda parte del torneo de ascenso, donde la meta tendrá que ser sumar puntos y, por el momento, dejar de lado el sueño de ascenso.
Con la nueva etapa será labor de la dirigencia poner en la balanza lo hecho y mirar hacia atrás para ver cuáles son los puntos a mejorar, tanto en el plantel como en el cuerpo técnico.

Por Silvio Fernández