Agónico triunfo

Quilmes, necesitado de un triunfo, recibía a Estudiantes, que presentaba nuevo entrenador. Parecía empate, pero sobre el final Cauteruccio le dio tres puntos de oro al “cervecero”.

No podía perder. Quilmes sabía que una derrota lo haría caer en zona de descenso. Por eso no salió a especular y fue en busca de los tres puntos. Estudiantes, con el debut de Mauricio Pellegrino como DT, llegaba al sur dispuesto a conseguir la primera victoria en el campeonato.

El “cervecero” salió más decidido. Contó con más armas para generar peligro. Mansilla le daba la tenencia de la pelota, Elizari aportaba con su velocidad y gambeta, Oberman, como siempre, obligaba a los defensores rivales. Aún así, el conjunto dirigido por Omar de Felippe no conseguía arrimarse al arco custodiado por Gerónimo Rulli. Por su parte, el “Pincharrata” se mostraba lento en los traslados y no conectaba a sus mediocampistas con los 2 delanteros, Duvan Zapata y Gastón Fernández.

Pablo Díaz, árbitro del encuentro, le anuló un gol que era lícito al conjunto local, que a su vez, salvó su arco en dos oportunidades gracias a las atajadas de su arquero Emanuel Tripodi, primero ante Maximiliano Nuñez y luego ante Leandro Desabato.

En el segundo tiempo, el encuentro no varío demasiado. Quilmes seguía insistiendo, sin claridad pero con mucho empuje. Estudiantes, carecía de ideas y creación de juego.

Parecía empate. Casi lo gana Estudiantes, pero finalmente lo ganó Quilmes. Cuando faltaban 2 minutos para el final del encuentro, Elizari armó una buena jugada y cedió para Ismael Quilez, éste ubicó a Cauteruccio dentro del área, el goleador, con tranquilidad y elegancia se acomodó, disparó, y decretó el 1-0 con el que Quilmes, sumó tres puntos de oro en su lucha por mantener la categoría.

Cauteruccio, el mismo que protagonizó la novela de verano estando a un paso de ser jugador de Independiente. Él fue el encargado de regalarle una alegría al pueblo cervecero, y un dolor de cabeza al "Rojo".