Un gol tempranero te puede cambiar el partido
De
lunes a viernes, todos los equipos se entrenan para llegar diez puntos al
encuentro del fin de semana. Los planteles practican durante los cinco días y
se meten de lleno en el partido que tendrán y luego, el cuerpo técnico termina
tomando la decisión de cambiar el sistema de juego. La lesión o la expulsión en
los primeros minutos de algún jugador, hace que el director técnico tenga que
cambiar la alineación. También muchas veces ocurre el famoso gol desde los
vestuarios; lo que le pasó a Rosario
Central el último fin de semana.
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Los jugadores de Gimnasia festejando el gol |
El
último sábado se enfrentaron Gimnasia La
Plata y Rosario Central en el
Bosque, y a los 35 segundos, Fernando
Monetti sacó del arco y Federico
Rasic, nacido en Mar del Plata, de 1,94m, tocó para Ignacio Fernández, quien asistió a Facundo Pereyra, y este mandó un centro para que Rasic cabecee y Paulo Ferrari fue quien la terminó metiendo en su arco. Son cosas
que pasan seguido, pero no en nuestro fútbol. Un equipo profesional, y sobre
todo de Primera División tiene que estar preparado para estas cosas.
La
visita había preparado una jugada combinada
para llegar al área rival: pase atrás de Luna
a Donatti; Niell comenzó a picar por el centro del campeo de juego, Donatti mandó un pase 3/4 para que el Chino Luna peine de cabeza. Pero ese balón de Luna para Niell fue
anticipado por Osvaldo Barsottini,
que rechazó largo hasta la mitad de la cancha. La jugada continuó y volvió a
ganar la pelota Central con Donatti, que tocó para Schulze, y éste sí envió un pelotazo que
cayó en las manos del portero del Lobo.
Luego
de esa jugada, Monetti sacó del
fondo, y los jugadores del Canalla tuvieron
la oportunidad de ordenarse para tomar a los mediocampistas y delanteros de Gimnasia. Y fue ahí, cuando el arquero
sacó largo para que el delantero que mide 1,94m, les baje la pelota a los
volantes. Rasic le ganó en el salto
a Donatti y asistió a Fernández, quien resolvió rápido con
zurda a dos toques. El balón le llegó Pereyra
que gambeteó a Peppino, quien lo salió a marcar y
metió un centro fuerte al primer palo. No fue gol del Gladiador, que había picado hasta llegar al área chica, pero sí de Ferrari en contra, que lo seguía por el
costado. Todo esto ocurrió en los primeros 35 segundos de partido.
Muchos equipos apuestan a prestarle el balón
al equipo adversario para jugar de contraataque. No fue el caso de Rosario Central que, además, en las estadísticas
finales tuvo el 60 % de la posesión. Los dirigidos por Russo salieron a ganar el partido desde el arranque, pero en la
primera llegada del local, terminó sufriendo y le cambió el sistema de juego
durante los 90 minutos. ¿Qué errores defensivos cometió Central? Hay que destacar los buenos movimientos de los jugadores
de Gimnasia, pero también el equipo
visitante pudo ordenar un poco más su defensa. Cuando sale el pelotazo largo de
Monetti, hay dos jugadores de
Central (Donatti y Nery Domínguez) con Rasic, pero ambos están por detrás, y en verdad uno tendría que
estar adelante, porque al haber dos jugadores con Rasic por detrás, no sólo no pudieron anticiparlo sino que además Fernández quedó libre para recibir. Donatti quizá pudo volver a anticipar
por delante el centro de Pereyra y
rechazar, y Ferrari pudo haber
desviado el baló al córner.
Pero
hubo un buen trabajo por parte de Gimnasia.
La aparición de Fernández por la banda derecha, la velocidad y el centro de Pereyra, pero sobre todo la decisión del
Gladiador, de ir enseguida a buscar el
centro, para que haya presencia en el área. Ésa fue una de las mejores jugadas
que realizaron los dirigidos por Troglio
en este torneo. Los medios y los delanteros tocan y van a buscar, acompañan
para que haya más peso ofensivo en la delantera. ¿Para qué sirve esto? Para no
depender de un solo delantero, sino que también haya otras opciones.
Etiquetas: Fútbol, Gimnasia La Plata, La columna de Lucas Caig, Primera A, Rosario Central, Torneo Inicial
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