domingo, 25 de agosto de 2013

Avellaneda en ruinas

Por Juan Ignacio Vega                   @nachoovega                      nachoo.vegaa@hotmail.com
Luego de la reciente renuncia del Director Técnico de Racing, Luis Zubeldía, analizamos el pésimo momento que están viviendo los dos gigantes de Avellaneda. Independiente en la segunda división del fútbol argentino y Racing sin encontrar el rumbo hace varias temporadas.

La moneda al aire, la suerte está echada. Una de las tantas viejas postales de un clásico inigualable.

      ¿Qué le sucede a los dos grandes equipos de Avellaneda? ¿Donde quedó la historia intachable y el mote de "grandes" que los caracteriza? Independiente y Racing. Dos realidades que muchas veces supieron estar cruzadas pero que hoy se unen y se relacionan más que nunca. Dos instituciones que supieron gozar de la gloria por muchos años y que atrapaban a todo el público futbolero cuando se enfrentaban, no sólo a sus simpatizantes. Un clásico que atrapa a millones por su rivalidad, su colorido, su pasión y la adrenalina que genera, fiel al estilo del superclásico del fútbol argentino.

      Lo cierto es que ambos bandos están viviendo su peor pesadilla, donde ni el menos optimista de los hinchas que veía fútbol allá por 1970/1980 se hubiese imaginado este presente que están padeciendo los dos grandes de Avellaneda. Independiente tal vez atravesando su peor momento en su larga y rica historia, en donde supo conquistar la gloria y convertirse en el Rey de Copas con 15 títulos Internacionales. Ahora todo el panorama es oscuro para el Rojo y sin un presente que lo haga ilusionarse con revertir la situación.        

       Independiente, a través de malos manejos dirigenciales y lucha de egos dentro de la institución, hoy tiene que convivir en la segunda división del fútbol argentino con equipos que ni se imaginaban poder pelearle mano a mano 90 minutos de fútbol a un grande como el Rojo. Los jugadores de esos humildes equipos seguramente lloren y se abrazen al saber que les toca enfrentar a Independiente. Les tiembla todo y con razón.

       Como si esto fuese poco, muchos supondrán que lo peor ya pasó para el Diablo, pero lo cierto es que el golpe anímico e institucional fue tan fuerte que el equipo todavía no encuentra el rumbo ni en la segunda división del fútbol argentino, con 4 partidos disputados en el certamen, de los cuales perdió dos y empató dos. 

       Se escuchan a simpatizantes de otros clubes que gozan y se hacen eco de un posible descenso del Rojo a la B Metropolitana. Yo les digo a ustedes, conocedores e hinchas del fútbol de verdad, ¿como podemos permitir que un histórico del paladar negro como Independiente vuelva a descender? Los que verdaderamente disfrutamos del buen fútbol no queremos que esto pase. Hasta los más enemigos de Independiente lo van a sufrir en un futuro.

      Sumado a esto, los problemas institucionales no dejan ver ni una mínima esperanza de luz para el Rojo en un futuro. Por lo contrario, más dificil va a ser la vuelta a primera con odios hacia el presidente de turno Javier Cantero, con la disputa y las distintas facciones en la barra brava de Independiente, con la deuda económica que persigue al club. 

     Los hinchas de Independiente deben saber que la única manera de salir a flote y renacer es uniéndose en una sola idea, unirse en un solo grito de esperanza, unirse en torno a un solo objetivo, devolverle la historia a Independitente.

      ¿Qué decir de su enemigo más próximo, su enemigo que está a tan solo 10 cuadras de distancia, Racing Club? Muchos pensarán que La Academia puede estar viviendo un momento óptimo por el descenso de su clásico rival, por gozar de la desgracia ajena. Lo cierto es que ese festejo le causó a Racing la clausura de su estadio en las primeras fechas del Torneo Inicial 2013, y este pudo haber sido un condimento más hacia la autodestrucción que está viviendo el club. Si ni los hinchas acompañan, revertir la historia se hace muy difícil. A lo mejor, si Racing hubiese tenido a su público en el partido ante San Lorenzo y Arsenal, la historia pudo haber sido otra.

      Hace pocos minutos renunció su entrenador, Luis Zubeldía, quien se encontraba en la cuerda floja hace rato y cosechó tan solo una unidad de 12 en juego desde lo que va del Inicial 2013. Lo que preocupa no es la renuncia del entrenador, sino la cantidad de entrenadores que pasaron por la institución en el último tiempo, sin encontrarle la vuelta a un equipo que siempre promete al principio por sus nombres y su juventud en cancha, pero siempre se pincha a pocas fechas del arranque. 
       
        Desde el campeonato obtenido en 2001 de la mano de Reinaldo Merlo, 19 fueron los directores técnicos que pasaron por la institución sin poder dejar una marca en la historia rica de un club que supo ser el primer equipo argentino en ser campeón del mundo y supo ser la academia del fútbol en los primeros años del amateurismo. Entre estos 19 nombres aparecen Osvaldo Ardiles, Emilio Comisso, Ángel Cappa, Miguel Ángel Colombatti, Ubaldo Matildo Fillol, Guillermo Rivarola, Fernando Quiroz, Alberto Fanesi, Diego Simeone, Miguel Ángel Micó, Gustavo Costas, Gastón Toso, Juan Manuel Llop, Ricardo Caruso Lombardi, Juan Barbas, Claudio Vivas, Miguel Ángel Russo, Alfio Basile y Luis Zubeldía.

         En la mayoria de estos casos sucedió lo mismo. El equipo promete de entrada por la cálidad y cualidad de sus nombres pero muchos se olvidan que el fútbol es un deporte de equipo y eso es lo que le falta siempre al club para lograr cosas importantes, conformar un equipo de hombres.

         Este es el panorama que acecha a dos de los cinco clubes más grandes de la Argentina y a los dos símbolos de Avellaneda, en un clásico entre ambos que tal vez sea uno de los más importantes de Sudamerica. Por eso, por el bien del fútbol, que todo vuelva a la normalidad, que la gloria y la historia vuelvan a colocar tanto a Independiente como a Racing en donde siempre supieron estar.

Etiquetas: , , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio