martes, 30 de abril de 2013

El análisis: lo que dejó la fecha 11 del Final


Anoche, con el empate de Lanús frente a Rafaela y, más temprano en el día de ayer, la victoria de All Boys en Córdoba frente a Belgrano, se cerró la undécima fecha del Torneo Final. 



Al menos de los partidos que se jugaron en el fin de semana, porque Vélez no jugó el suyo: debido a que jugó por Copa Libertadores el miércoles, y Tigre debe hacerlo hoy, ambos equipos acordaron en postergar su partido para el miércoles 8 de mayo.

El empate de ayer de Lanús frente a Rafaela dejó a Newell’s como único puntero, por dos puntos. Lanús debía ganar ayer, para mantener la punta; iba ganando su partido, de local, pero Rafaela se lo empató y después el Granate no pudo recuperar la ventaja. Newell’s llegó a la punta merecidamente: un equipo con una idea clara de juego, que siempre respetó sus lineamientos, sabiamente impuestos por Gerardo Martino, a pesar de que varios partidos no se desarrollaran favorablemente. A fuerza de triunfos (8 en las 11 fechas), los rosarinos se subieron a la punta. Y pensar que todo arrancó con un equipo que estaba comprometido con el promedio y, ahora, está en octavos de Copa Libertadores, juega la Copa Argentina y está puntero del Final. En palabras de Maxi Rodríguez: “Pensar que arrancamos peleando el descenso, y mirá ahora dónde estamos”.

Justamente Independiente, que también arrancó con bajo promedio en la  misma época en que lo hizo Newell’s, no pudo seguir el camino de éste último. Mientras la Lepra peleó todos los campeonatos locales que disputó, Independiente no pudo nunca superar la mitad de tabla y eso lo dejó en una delicada situación con el promedio que, hoy, lo está enviando a la B Nacional. 

Últimamente, el equipo parecía derrotado: le empataban los partidos, o quedaba abajo en el marcador, y le era casi imposible recuperarse. Pero el domingo algo cambió. En la adversidad, cuando Argentinos le empató, el equipo tuvo una jugada a su favor, un penal. Lo convirtió Montenegro y, a partir de ahí, Independiente fue una tromba; de hecho, marcó un gol más, y pudo haber marcado otro. Quedan sólo 8 fechas, e Independiente ya no depende de sí mismo para zafar. Pero, con partidos como el de ayer, va a poder dar pelea.

River, en tanto, ayer jugó bien, como para ganarlo, pero no pudo: a falta de tres minutos para el final, y tras desperdiciar una chance clara de ponerse 2-0, Quilmes se lo empató a través de Martín Cauteruccio, su goleador. No pudo sacarse el estigma de su caída por Copa Argentina, el jueves, frente a Estudiantes de Caseros, pero en cancha se vio una actitud distinta del equipo, y eso fue reconocido por los hinchas millonarios al terminar el partido, más allá del empate. 

Otro que corrió igual suerte, aunque un poco más adversa, fue Boca: perdió en La Plata ante Estudiantes, sin merecerlo, y sufrió un error arbitral: en el segundo tiempo no se le cobró un penal que era. Fuera de eso, la defensa de Boca, sector eternamente apuntado en este torneo, fue sólida, y el equipo creó situaciones de gol, más que nada en el segundo tiempo, que no pudo capitalizar. De cara al partido con Corinthians por Copa, es un tibio aliciente. Bien por la mejora en el juego, mal por el resultado. Un triunfo hubiera dado más confianza al equipo. Del lado de Estudiantes, fue su primera victoria en el torneo.

San Lorenzo volvió a demostrar, el sábado, lo que le cuesta jugar de local. Tal vez sea que se ven presionados a ganar, pero lo cierto es que, con sólo cinco puntos obtenidos de local en lo que va del torneo, y habiendo perdido tres veces, pareciera que la localía, para San Lorenzo, es como jugar de visitante.

San Martín de San Juan ratificó su levantada. Había arrancado con el 6-1 frente a Boca, luego siguió con el empate ante All Boys y, el sábado, le ganó 3-1 a Unión luego de haber arrancado en desventaja. Los sanjuaninos llevan 7 puntos en los últimos 3 partidos y le ponen presión a Independiente. Uno se pregunta cuál podría ser el futuro de San Martín si hubieran jugado siempre así: quizás, hoy no estarían tan comprometidos con el descenso. Pero esto es fútbol. Unión, en cambio, ya parece condenado. Y la mini rachita que tuvo luego de ganarle a Boca parece haberse extinguido. Sólo una gran levantada lo va a salvar del descenso.

All Boys consiguió ayer su primera victoria de visitante en lo que va del torneo, ante el duro Belgrano, y logró encarrilar su situación en la tabla, tanto del torneo como de los promedios. No es que estuviera complicado, pero suma 36 puntos en esta temporada, y al final de ésta se le borrarán 51 de la temporada en la que ascendió. Por el futuro del club de Floresta, le conviene, si no superar, al menos quedar cerca de esa cifra en esta temporada. Y, por el lado de Belgrano, ayer se ratificó que, en el Final, las cosas no le están saliendo tan bien como en los otros torneos. 

Parece mucho más combativo y menos claro futbolísticamente este Belgrano que, de los equipos de Primera, es el más parco para ver: entre goles a favor y en contra, suma sólo 17 goles, la cifra más baja de todos los equipos. Ver un partido de Belgrano no asegura un gran espectáculo.



Por Esteban Perisset

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