El análisis: lo que dejó la fecha 11 del Final
Anoche,
con el empate de Lanús frente a Rafaela y, más temprano en el día de ayer, la
victoria de All Boys en Córdoba frente a Belgrano, se cerró la undécima fecha
del Torneo Final.
Al menos de los partidos que se jugaron en el fin de semana,
porque Vélez no jugó el suyo: debido a que jugó por Copa Libertadores el
miércoles, y Tigre debe hacerlo hoy, ambos equipos acordaron en postergar su
partido para el miércoles 8 de mayo.
El
empate de ayer de Lanús frente a Rafaela dejó a Newell’s como único puntero,
por dos puntos. Lanús debía ganar ayer, para mantener la punta; iba ganando su
partido, de local, pero Rafaela se lo empató y después el Granate no pudo
recuperar la ventaja. Newell’s llegó a la punta merecidamente: un equipo con
una idea clara de juego, que siempre respetó sus lineamientos, sabiamente
impuestos por Gerardo Martino, a pesar de que varios partidos no se
desarrollaran favorablemente. A fuerza de triunfos (8 en las 11 fechas), los
rosarinos se subieron a la punta. Y pensar que todo arrancó con un equipo que
estaba comprometido con el promedio y, ahora, está en octavos de Copa
Libertadores, juega la Copa Argentina y está puntero del Final. En palabras de
Maxi Rodríguez: “Pensar que arrancamos peleando el descenso, y mirá ahora dónde
estamos”.
Justamente
Independiente, que también arrancó con bajo promedio en la misma época en que lo hizo Newell’s, no pudo
seguir el camino de éste último. Mientras la Lepra peleó todos los campeonatos
locales que disputó, Independiente no pudo nunca superar la mitad de tabla y
eso lo dejó en una delicada situación con el promedio que, hoy, lo está
enviando a la B Nacional.
Últimamente, el equipo parecía derrotado: le
empataban los partidos, o quedaba abajo en el marcador, y le era casi imposible
recuperarse. Pero el domingo algo cambió. En la adversidad, cuando Argentinos
le empató, el equipo tuvo una jugada a su favor, un penal. Lo convirtió
Montenegro y, a partir de ahí, Independiente fue una tromba; de hecho, marcó un
gol más, y pudo haber marcado otro. Quedan sólo 8 fechas, e Independiente ya no
depende de sí mismo para zafar. Pero, con partidos como el de ayer, va a poder
dar pelea.
River,
en tanto, ayer jugó bien, como para ganarlo, pero no pudo: a falta de tres minutos
para el final, y tras desperdiciar una chance clara de ponerse 2-0, Quilmes se
lo empató a través de Martín Cauteruccio, su goleador. No pudo sacarse el
estigma de su caída por Copa Argentina, el jueves, frente a Estudiantes de
Caseros, pero en cancha se vio una actitud distinta del equipo, y eso fue
reconocido por los hinchas millonarios al terminar el partido, más allá del
empate.
Otro que corrió igual suerte, aunque un poco más adversa, fue Boca:
perdió en La Plata ante Estudiantes, sin merecerlo, y sufrió un error arbitral:
en el segundo tiempo no se le cobró un penal que era. Fuera de eso, la defensa
de Boca, sector eternamente apuntado en este torneo, fue sólida, y el equipo
creó situaciones de gol, más que nada en el segundo tiempo, que no pudo capitalizar.
De cara al partido con Corinthians por Copa, es un tibio aliciente. Bien por la
mejora en el juego, mal por el resultado. Un triunfo hubiera dado más confianza
al equipo. Del lado de Estudiantes, fue su primera victoria en el torneo.
San
Lorenzo volvió a demostrar, el sábado, lo que le cuesta jugar de local. Tal vez
sea que se ven presionados a ganar, pero lo cierto es que, con sólo cinco
puntos obtenidos de local en lo que va del torneo, y habiendo perdido tres
veces, pareciera que la localía, para San Lorenzo, es como jugar de visitante.
San
Martín de San Juan ratificó su levantada. Había arrancado con el 6-1 frente a
Boca, luego siguió con el empate ante All Boys y, el sábado, le ganó 3-1 a
Unión luego de haber arrancado en desventaja. Los sanjuaninos llevan 7 puntos
en los últimos 3 partidos y le ponen presión a Independiente. Uno se pregunta
cuál podría ser el futuro de San Martín si hubieran jugado siempre así: quizás,
hoy no estarían tan comprometidos con el descenso. Pero esto es fútbol. Unión,
en cambio, ya parece condenado. Y la mini rachita que tuvo luego de ganarle a
Boca parece haberse extinguido. Sólo una gran levantada lo va a salvar del
descenso.
All
Boys consiguió ayer su primera victoria de visitante en lo que va del torneo,
ante el duro Belgrano, y logró encarrilar su situación en la tabla, tanto del
torneo como de los promedios. No es que estuviera complicado, pero suma 36
puntos en esta temporada, y al final de ésta se le borrarán 51 de la temporada
en la que ascendió. Por el futuro del club de Floresta, le conviene, si no
superar, al menos quedar cerca de esa cifra en esta temporada. Y, por el lado
de Belgrano, ayer se ratificó que, en el Final, las cosas no le están saliendo
tan bien como en los otros torneos.
Parece mucho más combativo y menos claro
futbolísticamente este Belgrano que, de los equipos de Primera, es el más parco para ver: entre goles a favor y en
contra, suma sólo 17 goles, la cifra más baja de todos los equipos. Ver un
partido de Belgrano no asegura un gran espectáculo.
Por Esteban Perisset
Etiquetas: Esteban Perisset, Notas de opinión, Primera A
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