viernes, 31 de mayo de 2013

El calvario de un grande del Oeste, Nueva Chicago

Nueva Chicago, Los Toritos de Mataderos, El Verdinegro. Aquel club fundado el 1 de julio de 1911 en el barrio de Mataderos, en la zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires. Un nombre que fue dispuesto en relación a la zona en el que el club fue fundado y a la Avenida Nueva Chicago que cruzaba por los suburbios del glorioso barrio. El destino quiso que los colores sean verde y negro, gracias a una chata que pasó con faldos de pasto y que el principal inventor, José Varela, al percatarse de estos dos colores, decidió implementarlos como colorido oficial de la institución.


Una de las emblemáticas alineaciones de Nueva Chicago en su primer ascenso en el año 1981.

¿Quién hubiese pensado que este prodigioso club de la zona Oeste iba a ser uno de los más populares del fútbol argentino? ¿Quién se imaginaba que Benjamín Picazza, Carlos Rodríguez, Felipe Maglio, José Varela, C. Cambiasso, Antonio Carini y Gastón Lespy, gestores y creadores de la institución, iban a tomar esta iniciativa y dar comienzo a un nuevo club que iba a crecer y propagarse a raudales? 

El club acumula seis ascensos, uno a Primera B, dos al torneo de la B Nacional y tres a la máxima categoría del fútbol argentino. Sin embargo, Nueva Chicago es reconocido como un club que estuvo mucho tiempo en Primera División y que marcó una etapa en la máxima divisional del fútbol doméstico.

El año 1981 fue el elegido para la institución de Mataderos, en donde el equipo logra su primer ascenso a Primera A, con 22 triunfos, 14 empates y tan solo 6 derrotas, colocándose en lo más alto del certamen con 58 unidades. La hora de la verdad había llegado para la institución y se habrían las puertas hacia la historia grande de Los Toritos. Con inolvidables goleadas ante gigantes del fútbol argentino como Boca Juniors cuando lo venció por 5-0, Chicago se mantuvo dos años en Primera, para descender luego de dos años en 1983.

La hazaña de la vuelta se dio en el año 2001 cuando los del Oeste vuelven a la primera categoría, de la mano de Traverso/Vega en la dirección técnica y con una épica victoria en el último partido ante Instituto por 3-2, en el estadio Chateu Carreras. El equipo se mantuvo en la categoría por 3 años hasta el descenso en 2004 y logró algunas hazañas, como la victoria por 2-1 ante el puntero River Plate en el año 2001, quién contaba con grandes figuras como Ariel Ortega, Andrés D´Alessandro, Esteban Cambiasso y Martín Cardetti, entre otros. Con tres temporadas en primera, el Verdinegro volvía a la Segunda División en 2004.

Con un gran corazón se logró colocar al club donde debía estar nuevamente en el año 2006, cuando consigue el campeonato clausura de la Primera B Nacional el 13 de mayo y debe enfrentar a Godoy Cruz en la final por el primer ascenso a la máxima categoría. Al caer por un global de 4-1 ante el Tomba en la serie de ida y vuelta, el Torito accedió inmediatamente a una nueva chance de ascenso ante Belgrano de Córdoba. En el partido de ida en Caballito, Chicago pudo vencer por 3-1 al Pirata. En la vuelta, disputada en el Chateu Carreras, el equipo Verde consigue remontar un 3-0 heroicamente en el tiempo suplementario y empata 3-3, consiguiendo el ascenso a Primera con un resultado global final de 6-4. En un partido memorable y con mucho sacrificio, los goles de Cristian Wernly, Lucas Simón y Cristian Pellerano, le dieron nuevamente la luz de esperanza y resurección futbolística a un Nueva Chicago que no podía afianzarse en la primera categoría, con reiterados descensos que lo relegaban de los primeros escalafones.

Sin pena ni gloria, los de Mataderos se mantuvieron tan solo una temporada en Primera División, para descender en 2007 luego de una reñida promoción ante Tigre, quien logró el ascenso al vencerlo por 3-1 en el resultado global (1-0 ida, 1-2 vuelta).


Justo Suarez 6900 Bs. As. Estadio Nueva Chicago.
Igualmente esta circunstancia fue insignificante teniendo en cuenta el gran problema que se le venía a Nueva Chicago. Aquí comienza la barbarie y la destrucción de una institución que siempre supo estar arriba. Esta derrota, atada al descenso de categoría, fue un antes y un después en la vida del club. Los incidentes protagonizados por la parcialidad local en el partido de vuelta, no solo causaron la muerte de un hincha de Tigre (Marcelo Cejas, de 41 años) y la suma de 72 heridos, sino que tambíen se decretó la exagerada sanción hacia la institución del Oeste, por parte de las máximas autoridades del fútbol argentino. Nueva Chicago no solo descendía a la Segunda Categoría, sino que también sufría la quita de 18 puntos al comenzar el próximo torneo de la B Nacional. Los propios hinchas destruían al equipo y a la entidad, que como veremos, no se pudo recuperar nunca de este terrible golpe. Ya no hay hinchas, hay delincuentes que perjudican a sus clubes, y este es un caso en el que se puede ver a la perfección esta teoría.

Con 18 puntos menos en el certamen, Nueva Chicago tardó poco y nada en volver a descender y bajar a la Tercera Categoría, la Primera B Metropolitana. Con toda una gloriosa historia en el lomo, el grande del Oeste se veía abrumado por el doble descenso y el castigo al club tras esa trágica promoción ante el Matador. La barbarie de ese día no era la única mancha que afectaba y dañaba a Chicago. La autodestrucción se acentuaba con el deterioro de su estadio y la fuerte división en su barra, entre las dos facciones "Los Perales" y "Las Antenas". Luchas internas en la barrabrava con un saldo de varios muertos no hacían más que desalentar el futuro cercano del club.

El alivio y el posible camino a la resurrección llegó en 2012 cuando en una épica promoción ante Chacarita, el Torito logra el ascenso nuevamente a la Segunda División del fútbol argentino. Con dignidad comienza a competir en el Torneo Nacional pero, como si el maleficio estuviese impregnado de por vida en sus entrañas, el club volvió a descender, tan solo algunos días atrás, sosteniéndose solamente una temporada en la B Nacional.

Esta es la historia de un club que le supo hacer frente a muchos equipos grandes de nuestro país y que hoy en día se encuentra inmerso en una crisis que parece no tener salida ni final. El destino quiso que la barbarie del 2007 cambie el curso de la vida de Nueva Chicago y que ahora naufrague en las divisiones más bajas de nuestro fútbol. Un club arruinado por la corrupción y la delincuencia. Un club que, esperemos, pueda sacar fuerzas y volver a ser lo que supo ser en tiempos pasados.


Por Juan Ignacio Vega
@nachoovega

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1 comentarios:

A las 3 de junio de 2013, 9:59 , Blogger Juan Ignacio Vega ha dicho...

Muy buena nota. Te felicito. Tenés un gran futuro, dale para adelante.

 

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