sábado, 24 de agosto de 2013

A 16 años de la lluvia de goles en el Néstor Díaz Pérez

Por Juan Ignacio Vega  
@nachoovega      nachoo.vegaa@hotmail.com

En la previa del partido que van a disputar Vélez y Lanús por la cuarta fecha del Torneo Inicial 2013, analizamos uno de los tantos partidos memorables que nos dejaron ambos equipos allá por el año 1997.

Plantel completo Lanús Temporada 1997/1998



       Uno abre el diario de la mañana e instantaneamente los que sentimos el fútbol como pocos nos dirijimos a la sección deportes para ver los partidos que se disputan este fín de semana por el torneo argentino. Uno quiere partidos luchados, disputados y con dos clubes que propongan juego. Como esquivarle entonces al partido que van a disputar Vélez y Lanús en el Sur, un duelo entre equipos candidatos e instituciones modelo.

      Al abrir el diario y encontrarse con esta oferta de buen fútbol, uno no se puede imaginar un partido poco atractivo, un partido sin condimentos especiales que lo haga a uno aferrarse al televisor durante dos horas. ¿Porqué sucede esto? Simplemente por la cualidad y calidad de ambas instituciones, dos clubes que vienen haciendo las cosas bien hace rato no solo afuera sino también adentro del rectángulo de juego. Es por eso que hasta los menos optimistas vislumbran un aluvión de goles y aplausos en Liniers, tal como demostraron ambos bandos allá por el Apertura 1997.
 
       Era una tarde gris y oscura en el sur del Gran Buenos Aires y la cancha no estaba tan llena, muchos tal vez dejándose llevar por la nublada tarde y sin imaginarse lo que realmente iba a ser el magnífico espectáculo que iban a desplegar ambos conjuntos. Con el arbitraje de Javier Castrilli, comenzó a rodar el balón en La Fortaleza de Lanús y la catarata de goles no iba a tardar en llegar. A lo mejor este partido de fútbol es uno de los tantos que nos dejan un mensaje a nosotros los futboleros, a nosotros que amamos este deporte tan lindo, a nosotros que queremos goles y suspenso hasta el final. El mensaje es claro, ¡Que lindo es el fútbol! Tal vez la única actividad en el mundo en la que se puede ganar jugando pésimo y se puede lograr lo máximo a segundos de que termine todo. Esto le sucedió a Lanús esa apagada tarde del 23 de noviembre de 1997, en un partido correspondiente a la 14a fecha del Torneo Apertura 1997/1998.

     Cuando todo estaba muy tranquilo, apareció Claudio Enría por la derecha y clavó un terrible derechazo de afuera del área que cayó como una bomba en el arco defendido por José Luis Chilavert. Era el 1-0 para el Grana y comenzaba el festival de goles. Pocos minutos después, Martín Posse conectó un cabezazo certero después de un buen centro de Carlos Cordone y estampó el empate parcial. Así culminaba la primera etapa, 1-1.

     En el epílogo, las alegrías iban a continuar ya que Juan José Serrizuela dispuso de un tiro libre y clavó un misil al lado del palo derecho de Chilavert. 2-1 para el local. Como si fuese un partido de metegol, Claudio Husaín sacó una disparo impensado desde 40 metros que pegó en el poste derecho y entró. Una delicia para el empate 2-2 del Fortín.

     Ariel "EL Chupa" López iba a aportar su cuota decisiva y goleadora en el área rival cuando decretó el 3-2 para el dueño de casa, despúes de una brillante jugada de Ariel Ibagaza y una definición tres dedos del Chupa que pegó en el palo y luego el delantero pudo asegurar tras el rebote. El ida y vuelta continuaría y luego de un inexistente penal sancionado a favor de Vélez, Chilavert colocó el 3-3 parcial.

      La frutilla del postre iba a llegar a los 95 minutos de partido, en el último suspiro, en la última corrida del incomparable Chupa López. Con un gran ingenio le ganó la posición a Flavio Zandoná, quedó cara a cara con Chilavert y sacó un derechazo fortísimo que rompió la red. Era el 4-3 final. El destino le daba un guiño de la suerte al local. El fútbol le regalaba a Lanús lo impensado y dejaba a Vélez sin nada, en un abrir y cerrar de ojos.

      Mas allá de la victoria granate por 4-3, cabe resaltar el bochornoso arbitraje de Castrilli, quien no sancionó dos penales claros a favor del local e inventó uno para el visitante que bien pudo convertir el inoxidable José Luis Chilavert. A Vélez se le quemaron todos los papeles inclusive con la ayuda alevosa del árbitro, ya que Lanús estuvo picante y muy fino a la hora de la definición. Como no estarlo dirán algunos, con jugadores incomparables como Claudio Enría, Ariel "El Chupa" López y Ariel Ibagazza, artífices principales en aquella hazaña conseguida en noviembre del ´97.


Etiquetas: , , ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio