Rojo de bronca
Un Independiente claramente superior sólo pudo llegar al 1-1 ante un Boca de fútbol pobre. Con uno menos desde los 15 minutos de juego, el Xeneize, no logró hacer pie en ningún momento del partido, fue dominado en todo momento, únicamente mostró reacción cuando el Rojo marcó el empate.
Y porque entonces todo finalizó empatado,
porque los de Gallego fallaron, como hace tiempo sucede, en la definición.
Todos los delanteros y mediocampistas ofensivos tuvieron su chance de
convertir, todos fallaron. Tanto fue así que quien firmó el empate fue Morel
Rodríguez, luego de un rebote de Farías.
Hay que hacer un reconocimiento apropiado a
Agustín Orión, el otro artífice de la igualdad, con tapadas espectaculares,
entre ellas el penal contenido a Montenegro. Dicho tiro resultó esquinado,
cierto es que fue débil, pero la seguridad a la hora de elegir un palo le valió
al arquero mantener lo que hasta ese momento era el 0-0.
Los jugadores más destacados fueron Vargas y
Sánchez Miño (aparte de Orión). El colombiano tomó las riendas del equipo desde
el minuto cero, con pases certeros y decisiones acertadas generó las ocasiones
de mayor peligro; el juvenil de Boca por su lado fue el único jugador de campo
a la altura del encuentro, hasta tiró el centro para el gol de Silva.
A causa de este emotivo empate Independiente
permanecerá en zona de descenso, sin importar las chapas finales de otros
partidos. Deberá imperiosamente mejorar el trabajo dentro de las áreas rivales,
sino será muy complicado escapar a la segunda división.
Por: Alejandro Papola
Etiquetas: Alejandro Papola, Boca, Independiente, Torneo Final 2013
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